Las memorias de Frida Kahlo, "Ahí les dejo mi retrato", libro que recoge cartas, poemas, billetes y dedicatorias, fueron recogidas por la crítica de arte argentina Raquel Tibol y publicadas por Lumen en España, en una nueva biografía de la pintora mexicana, más de 50 años después de su muerte.
"Ahí les dejo mi retrato, pa que me tengan presente, todos los días y las noches, que de ustedes yo me ausente", expresó Frida Kahlo en 1946, en una de sus epístolas, apuntes íntimos que desfilan en el libro de forma cronológica ilustrando la relación que mantenía con la familia, los amigos y con su compañero inseparable, el también pintor mexicano Diego Rivera.
"Nos hallamos ante una aportación sumamente valiosa, ante un conjunto de materiales (cartas sobre todo) que configuran una suerte de autobiografía, la historia de una vida finalmente contada por la voz de su protagonista, que habla a sus amigos y amantes, de los avatares de una existencia físicamente malograda a una edad fronteriza entre la adolescencia y la juventud, pero exuberante de pasión, de energía y creatividad", asegura en el prólogo la escritora catalana Ana María Moix.
En las páginas de este libro está toda la fuerza expresiva de Frida Kahlo, que juega con las palabras y las moldea a su gusto para que puedan transmitir sus quejas de mujer atormentada por la enfermedad, pero también su amor por ese "niño grandote, inmenso, de cara amable y mirada un poco triste" que era Diego Rivera.
"No hablaré de Diego como de mi esposo porque sería ridículo; Diego no ha sido jamás ni será esposo de nadie. Tampoco como de un amante, porque él abarca mucho más allá de las limitaciones sexuales"(...) sólo "trataré de decir la única verdad: la mía, que esboce, dentro de mi capacidad, su imagen", escribió la Kahlo en su ensayo sobre un retrato del magnífico pintor mexicano.
Al referirse a André Bretón y a los surrealistas, Kahlo habla de "esas cucarachas viejas", pero entre sus escritos se encuentra una fantástica definición del surrealismo: "es la mágica sorpresa de encontrar un león dentro de un armario, donde se está seguro de encontrar camisas"...
El trabajo de ordenación, introducción y notas de estos apuntes personales de Frida Kahlo es obra de Raquel Tibol, crítica de arte argentina que trabajó como secretaria de Diego Rivera.
Hija del fotógrafo judío alemán Guillermo Kahlo, Frida nació en Coyoacán (México) en 1907 y a los 16 años sufrió un grave accidente que hizo que durante la convalecencia comenzara a pintar. Tres años más tarde le llevó a Diego Rivera alguno de sus primeros cuadros para que el gran pintor los valorara y él la animó a seguir trabrajando. En 1929, Diego y Frida se casaron.
En 1938 se inauguró la primera exposición de la pintora mexicana en Nueva York y en 1939, gracias a sus contactos con André Breton, le abrieron sus puertas para exponer en París. En 1953, un año antes de su muerte, expuso por primera vez en la Galería de Arte Contemporáneo, en Ciudad de México. Actualmente, su casa de Coyoacán, donde murió en 1954, es un museo.