Un consultor de seguridad recomienda censar a los proveedores que ingresan a estos lugares.

Cecilia Jaramillo Bone, de 41 años, lleva un bolso literalmente amarrado a su cuerpo y un gas pimienta en el bolsillo delantero del pantalón calentador que tiene puesto “para no darles el gusto a los pillos que quieran robarme cuando salga del mercado”.

Al mediodía del martes pasado, la actividad comercial en la Terminal de Transferencia de Víveres (TTV) se había reducido y Jaramillo buscaba la camioneta que manejaba su esposo para trasladar sacos con papas y cebollas a su negocio de comidas.

Mientras se protege del sol, la mujer cuenta que hace tres semanas la presencia de personas sospechosas en el mercado produjo que extraviara su monedero donde guardaba 100 dólares para las compras.

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“Eran cuatro tipos que se fijaban en todo lo que decía y hacía. Cuando iba a otro andén ellos estaban ahí, cerca de nosotros. Tuvimos que salir sin la mercadería.
Incluso avisamos a los guardias de seguridad y nos respondieron que iban a investigar”, relata Jaramillo.

Otro caso sucedió el 11 de agosto pasado, cuando seis sujetos armados con pistolas y cuchillos rodearon el puesto 23 del andén 9 de la TTV, de propiedad de Aída Ango Palán, ambateña de 55 años, a quien le cortaron con un puñal el delantal que llevaba puesto, donde guardaba 7.000 dólares de las ventas, y le advirtieron que la  matarían si los denunciaba a la Policía.

La afectada fue asaltada tres veces más cuando salió del mercado, por lo que perdió un total de 29.200 dólares producto de sus ventas diarias. Ango iba a utilizar ese dinero en el pago de proveedores.

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Dice Ango en su denuncia presentada el 8 de septiembre pasado ante el Ministerio Público, que sospecha que los delincuentes que la asaltaron “pueden ser los mismos empleados del mercado o sus cómplices, quienes facilitan o realizan estas fechorías”.

Lo que más preocupó a las autoridades fue el asalto a la agencia Banco del Pichincha, del Mercado de Transferencia (TTV) ocurrido el 19 de junio pasado, cuando cuatro sujetos con armas de fuego robaron 127 mil dólares.

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El atraco se perpetró a las 12h20 cuando el guardia de la compañía Tec-Seguridad, Omar Bajaña, reportaba el cierre de la entidad, que los fines de semana atiende desde las 08h00 hasta las 12h00.

Las causas para que ingresen personas sospechosas a los mercados de la ciudad, según César Estremadoiro, consultor de seguridad, son la falta de un censo a los proveedores y transportistas, que permita llevar un registro de las personas que ingresan a estos lugares diariamente, y de tecnologías, a cargo de una empresa de seguridad, para optimizar el control -sistema profesional de cámaras fijas y de seguimiento que complemente la labor de los guardias privados-(ver infografía).

Otro factor importante, sostiene Estremadoiro, es la estructuración de horarios de ingreso de los proveedores. “Los mercados son lugares de visita masiva de público donde se hace necesario determinar a las personas que trabajan ahí”, asevera.

Agrega que en el Mercado de Transferencia, por ejemplo, deberían instalarse “por lo menos 30 cámaras ubicadas en puntos estratégicos y seis más de seguimiento”.

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La propuesta del coronel Rafael Yépez, jefe de la Policía Judicial del Guayas (PJ-G), sobre el ingreso de policías encubiertos en la Terminal de Transferencia de Víveres, que actualmente está vigilado por guardias de la empresa Seguen para detectar la posible presencia de bandas delictivas organizadas en su interior, es una buena opción, dice Estremadoiro, porque permitiría neutralizarlas y evitar que se ubiquen en otros sectores.

Gustavo Zúñiga, director de Aseo Urbano, Mercados y Servicios Especiales del Municipio de Guayaquil, señala que hace aproximadamente dos años se pensó en implementar un sistema similar en la TTV.

“Hay actualmente una cámara en este mercado. Teníamos que montar un sistema donde todas estas señales se centralicen. En lugar de un sistema individualizado preferimos uno centralizado como tenemos actualmente que no solo verifica la seguridad en las infraestructuras municipales si no áreas álgidas de Guayaquil”, manifiesta.

1.738 DENUNCIAS
recibió la Fiscalía adjunta a la Policía Judicial del Guayas (PJ-G) en abril pasado. De estas, 1.280 fueron por asaltos a personas, vehículos, domicilios y locales, y el resto (458) corresponden a otros delitos.

56 CASOS
de asaltos cometidos por sacapintas a clientes de bancos y financieras en los primeros seis meses del 2005, según las denuncias puestas en la Fiscalía adjunta a la PJ-G.