España, que disputará el miércoles un partido crucial  por las eliminatorias mundialistas europeas de fútbol frente a Serbia y  Montenegro, apuesta por su "colonia inglesa", que se agrandó con las llegadas a  la Premier League de Asier Del Horno, José Reina y Albert Luque.
  
Los internacionales españoles, al igual que los ingleses e italianos,  raramente optaban por el exilio, al encontrar usualmente gloria y fortuna en su  campeonato.
  
Pero estos dos últimos años estuvieron marcados por el éxodo de algunos de  los mejores jugadores españoles. Principal destino: la Liga inglesa.
  
El dinero no es el único motivo en que se basa el cambio. José Manuel  Reina, suplente de Iker Casillas en la selección, eligió abandonar el  Villarreal para defender la casaca del actual campeón europeo, Liverpool.
  
El defensor Asier del Horno se marchó de su club de toda la vida, el  Athlétic Bilbao, para pelear por cosas grandes en Europa con el Chelsea.
  
Por último, Albert Luque dejó el Deportivo La Coruña, que recibió 14  millones de euros del Newcastle.
  
Estas tres estrellas españolas su sumaron en la Premier League a otros  compañeros de selección: los "Reds" Xabi Alonso, Luis García y Fernando  Morientes (el atacante del Arsenal José Antonio Reyes no es convocado por Luis  Aragonés desde marzo).
  
Entrenado por el español Rafael Benítez, Liverpool incorporó en 2004 al  mediocampista Xabi Alonso, procedente de la Real Sociedad, y al atacante Luis  García, del FC Barcelona. En enero de 2005, el futuro vencedor de la Liga de  Campeones se reforzó con Morientes, sin lugar en el Real Madrid.
  
Luis García y Morientes se fueron porque no eran titulares en sus  formaciones. En los clubes grandes de la Liga, los futbolistas españoles muchas  veces quedan relegados al banco debido a los astros extrajeros. Fue el caso de  Morientes, cuarta opción de ataque en el Real, detrás de Raúl, Ronaldo y Owen, quien acaba de irse al Newcastle.
  
En todo caso, España espera que la experiencia adquirida en Inglaterra por  sus internacionales constituya un valor agregado en su juego, a la imagen de  Francia en 1998, campeón mundial con un equipo de jugadores que militaban  mayoritariamente en el exterior.
  
"Siempre es bueno para la selección tener jugadores con experiencia en  otros campeonatos", declaró Luque poco después de pisar Inglaterra. "Tras jugar  un partido, ya noté el cambio. Físicamente hay que estar mejor porque el juego  es muy rápido", agregó.
  
"Se ve el cambio de estilo. Es un fútbol muy directo y muy comprometido",  confirmó Del Horno.
  
Esta última virtud necesitará España el miércoles para supera a un equipo  serbomontenegrino que no encajó un solo gol desde el inicio de las  eliminatorias.