La Fundación América Latina en Holanda rindió ayer homenaje a la hija del poeta chileno Pablo Neruda, Malva Marina, fallecida a los nueve años en 1943 por hidrocefalia y cuya tumba se encuentra en el cementerio de la ciudad holandesa de Gouda.

El acto inició con el descubrimiento de una placa conmemorativa en el cementerio donde están los restos de la niña, cuya tumba se descubrió el año pasado gracias a las investigaciones en Holanda de Antonio Reynaldos, experto en la obra de Neruda, y de la periodista residente en Alemania Isabel Lipthay.

Malva, nacida en Madrid en 1934, es fruto del matrimonio entre Neruda y la holandesa María Antonieta Hagenaar, de la que se separó en 1936.