No hubo tiempo para la celebración. Cuando el árbitro argentino Héctor Baldassi pitó el final del compromiso, los futbolistas ecuatorianos apenas se abrazaron en el centro de la cancha del estadio Hernando Siles, mientras su técnico, el colombiano Luis Fernando Suárez, ingresó rápidamente al camerino asignado ayer a la selección Tricolor.
El ejemplo del estratega fue seguido por sus dirigidos que, después de saludar a la hinchada ecuatoriana presente en el escenario y agradecerle su apoyo, desaparecieron por la boca del túnel.
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Y es que los seleccionados apenas tardaron quince minutos en ducharse, cambiarse de ropa y salir del estadio para dirigirse al Radisson Plaza, al cual arribaron a las 17h30 locales (16h30 de Ecuador).
Allí, fueron recibidos por cerca de doscientos compatriotas que no podían contener el júbilo por la primera victoria alcanzada en calidad de visitantes en la actual eliminatoria premundialista.
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‘¡Sí se pudo!’
Entre gritos de “¡Ecuador, Ecuador, Ecuador...!” y “¡sí se pudo!”, los jugadores ingresaron a su lugar de concentración y subieron rápidamente a sus habitaciones.
Apenas el atacante Agustín Delgado y el zaguero Geovanny Espinoza, entre otros, permanecieron un rato más en el lobby del hotel firmando autógrafos y tomándose fotos con los aficionados ecuatorianos.
A las 20h30 toda la delegación abandonó el hotel para dirigirse al Aeropuerto Internacional de El Alto, mientras la recepción del Radisson Plaza continuaba convertida en una verdadera fiesta en la que cientos de ecuatorianos celebraban ruidosamente la victoria tricolor. (EJC)
PARA ANOTAR
126 JUEGOS
Iván Hurtado, capitán del Ecuador, cumplió ayer su partido número 126 con la camiseta tricolor. Bam Bam ha actuado en todos los juegos eliminatorios que la selección nacional ha disputado en La Paz en las últimas cuatro ediciones premundialistas, desde 1993. Los dos últimos han sido resultados a favor (5-1 y 2-1).
NO SE LLENÓ
Pese a que autoridades de la Federación Boliviana de Fútbol resolvieron abrir las puertas del estadio Hernando Siles, antes de que comenzara el segundo tiempo, las diferentes localidades del escenario paceño no se llenaron.