Con motivaciones distintas, la alicaída Bolivia y Ecuador abrirán hoy en La Paz la decimosexta fecha de la eliminatoria sudamericana, en un partido en que los visitantes podrían dar un gigantesco paso hacia el Mundial 2006.

Un eventual triunfo abonará el sueño clasificatorio ecuatoriano, pero no le garantizará una plaza en Alemania, puesto que estará supeditado a una compleja combinación de resultados de los otros partidos de la fecha, y aun así le seguirá faltando al menos un punto.

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Aunque aritméticamente dispondría aún de posibilidades, Bolivia dejó de soñar hace rato con la cita ecuménica alemana y lo único que espera es emerger de la incómoda condición de colista.

Para el “choque de cóndores” el público aparentemente se agolpará recién, como es moneda corriente en Bolivia, a última hora a las boleterías,  hasta ahora desiertas.

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Pero la renovada selección del altiplano podría resultar un hueso duro de roer, si cumple la promesa de su director técnico Ovidio Messa de jugar “a lo tigre” y “por el honor”.

“No podemos perder otra vez, tenemos un equipo renovado que será base de futuras selecciones”, sostuvo Messa, restando importancia al antecedente que sus rivales proclaman por doquier: la goleada 1-5 que Ecuador propinó a domicilio a Bolivia en el 2001, en la eliminatoria anterior para Japón y Corea del Sur.

“Tenemos que jugar a lo tigre, con mucha garra y sentimiento”, dijo Messa. Fue una alusión al nombre popular del club boliviano The Strongest, que el martes pasado, en La Paz le dio la vuelta al marcador y derrotó 2-1 a Liga de Quito por la Copa Sudamericana.

Messa echará de menos al volante Pedro Rocabado que el pasado domingo se lesionó de la rodilla izquierda. Gonzalo Galindo, del Emelec de Ecuador, comandará el ataque boliviano. Bolivia jugará con un esquema 3-5-2, según anticipó el técnico boliviano.