La Paz le trae muy buenos recuerdos. Sus pequeños ojos se iluminan con intensidad y hacen a su sonrisa mucho más fácil de lo habitual.  Delatan que su mente evoca  con intensidad imágenes de hace cuatro años.

Luis Gómez jugó por Liga de Quito, el martes por la noche contra The Strongest, por la Copa Sudamericana. Sin embargo, recordó uno de los partidos más importantes de su vida. Estuvo en la misma ciudad, en el mismo hotel, pero viviendo de lejos las mismas circunstancias. Rememora el día en que Ecuador goleó 1-5 a  Bolivia, y dio un importante paso para clasificar a su primer Mundial.

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“Era mi segunda convocatoria a una selección mayor. Me tocó ir a la banca y calentaba como si tuviera la certeza de que iba a entrar, y entré. Creo que ingresé cuando faltaban cinco minutos para el final,  pero esos minutos eran para mí toda la vida”, asegura el Chino, quien pese al escaso tiempo que estuvo en la cancha anotó un gol.

“Lo tengo tan claro que al hablar con Diario EL UNIVERSO es como si estuviera ocurriendo otra vez. Un pase de Kléber Chalá me dejó mano a mano con el arquero, e hice lo único que podía hacer: picar la pelota. Gracias a Dios entró y hasta ahora mis compañeros me gozan porque dicen que hice el quinto gol pero lo festejé como si fuera el de la clasificación. Al final, eso es lo que era para mí”.

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“Ese partido me hizo sentir confianza de que iba a continuar y así fue. Seguí en el equipo hasta el Mundial”, dice Gómez. (EJC)