El juez de fútbol italiano Pierluigi Collina anunció este lunes su decisión de renunciar a la Asociación Italiana de Árbitros (AIA),  en protesta por la prohibición de actuar en la primera división a causa de su asociación comercial con uno de los patrocinadores del club AC Milán.
  
"Decidí renunciar a la AIA después de 28 años de servicio", dijo Collina,  de 45 años y generalmente apuntado por futbolistas y observadores como uno de  los mejores árbitros del mundo en la actualidad.
  
Semanas atrás, la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) había sancionado a  Collina con una prohibición de hacerse cargo del silbato en partidos de primera  división a raíz de la firma de un contrato publicitario con la automotriz Opel,  que también patrocina al AC Milán, alegando conflicto de intereses.
  
La entidad dejó claro que Collina podría actuar en partidos de la segunda  división, pero el hombre de negro optó por colgar el silbato.
  
"Para mí no sería problema ser árbitro en partidos de la segunda división,  pero hay que tener claro si la FIGC confía en sus árbitros o no. Si no confía,  entonces tenemos que irnos. Sin confianza no podemos ir hacia adelante", dijo  el árbitro en una conferencia de prensa en la ciudad de Viareggio.
  
Al comentar cómo llegó a la decisión de renunciar, Collina dijo que había  "dormido menos en estas últimas noches que antes de la final en la Copa del  Mundo de 2002" entre Brasil y Alemania, cuando fue responsable por impartir  justicia.
  
El árbitro italiano, que en seis oportunidades fue escogido como el mejor  del mundo, ya alcanzó este año la edad de retiro determinada por el fútbol  italiano, pero la FIGC le permitió que continúe actuando una temporada más a  raíz de su sólida reputación.