Benedicto XVI arribó este jueves a su país natal y fue recibido por las aclamaciones de peregrinos jóvenes en su primer viaje al exterior como Papa, en el que destacará las relaciones con judíos y musulmanes, así como la evangelización de una Europa que se ha apartado de sus tradiciones cristianas.
  
Recibido por gritos de Benedicto, Benedicto! por jóvenes que asistían al Día Mundial de la Juventud en Colonia, el Papa habló de su visita próxima a la sinagoga local, reconstruida después de ser arrasada por los nazis, y su reunión con las autoridades espirituales musulmanas.
    
Visitar una sinagoga es algo que deseo de corazón, así como saludar a los miembros de la comunidad islámica, dijo, mientras ráfagas de viento agitaban su sotana blanca y cabellera plateada.
    
“Estas son reuniones para avanzar más intensamente en el camino del diálogo en el esfuerzo común por construir un futuro justo y fraternal”, dijo.  Todos sabemos lo importante que es seguir este camino.
  
La recepción brindada al Papa fue discreta en comparación con las que solían aguardar a su carismático antecesor Juan Pablo II. No besó el suelo como siempre hacía Juan Pablo y apenas unos cientos de admiradores fueron al aeropuerto.
  
Pero miles se congregaron a aplaudir al verlo en una gran pantalla de televisión montada frente a la famosa catedral de Colonia. Más de 400.000 peregrinos se registraron con anticipación y se aguarda a un millón de personas para una misa al aire libre el domingo.
  
El canciller Gerhard Schroeder y el presidente Horst Koehler recibieron a Benedicto en la alfombra roja cuando bajó del avión, que estaba decorado con banderas alemanas y vaticanas.
  
Es la primera vez que el Papa regresa a su país natal desde su elección el 19 de abril. Nació en Marktl Am Inn, Baviera, y fue arzobispo de Munich.
  
Los católicos jóvenes sólo conocían un Papa _Juan Pablo II, que murió el 2 de abril, después de ocupar el trono de Pedro durante 27 años_ y anhelan ver cómo este ex profesor de teología y funcionario vaticano en cuestiones de doctrina se conectará con los fieles en el festival.
  
Javier Ayala, de Santiago, Chile, llegó a la plaza a las 2 (00h00 GMT) del jueves para ser el primero en entrar a la hora del discurso.
    
Queremos darle la bienvenida al Papa. Queremos que sienta que lo queremos tanto como a Juan Pablo II, dijo Ayala, de 19 años.