El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió ayer disculpas a los brasileños por los escándalos generados a raíz de graves denuncias de corrupción contra el oficialista Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) y su gobierno.
“No tengo ninguna vergüenza en decir al pueblo brasileño que tenemos que pedir disculpas, que el PT tiene que pedir disculpas”, dijo Lula en una alocución radiotelevisada en directo.
El mandatario dijo que se siente “traicionado” por “prácticas inaceptables de las que nunca conocí”.
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El PT es acusado de pagar sobornos a un centenar de diputados, denuncias que arrollaron al PT, partido del cual Lula fue fundador hace 25 años, y que ya le costó el cargo al jefe de gabinete, José Dirceu, y a los principales dirigentes del partido.
“Yo no cambié y tengo la certeza de que la misma indignación que yo siento es compartida por la gran mayoría de todos aquellos que nos acompañaron en esta trayectoria”, afirmó Lula.
Pero el líder del Partido Liberal (PL), Valdemar Costa Neto, dijo ayer a la revista Época que Lula sabía que su Partido de los Trabajadores pagó con dinero el apoyo en la elección del 2002.
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Apoyo de Chávez
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, defendió ayer a su colega de Brasil, Lula da Silva, diciendo que la crisis política que enfrenta el mandatario brasileño “es producto de un ataque a mansalva orquestado por la derecha brasileña”, tras compartir en Brasilia una cena con Lula en el marco de una gira para discutir principalmente asuntos de integración energética.