El guerrillero colombiano Rodrigo Granda, considerado “canciller” de las FARC y detenido el año pasado en Venezuela, pidió a la justicia que le traten como a los jefes paramilitares de derecha que negocian la paz.

Granda, delegado internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), está preso en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita. Allí fue citado a declarar ante un juez, pero se negó a hacerlo.

El insurgente se encontraba a mediados de diciembre pasado en Venezuela y las autoridades de ese país acusaron a las de Colombia de secuestrarlo, lo que ocasionó una crisis diplomática.

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Granda acudió acompañado de un abogado, que denunció irregularidades en el proceso, y se opuso a ser interrogado por un juez de Cúcuta por un sistema de circuito cerrado de televisión.

Recordó que el jueves pasado fueron trasladados a Bogotá para declarar ante la Corte Suprema de Justicia, los paramilitares Salvatore Mancuso y Vicente Castaño, líderes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organización que celebra negociaciones de paz con el Ejecutivo, y reclamó el mismo trato.