El Ejército Republicano Irlandés (IRA) se dispone a anunciar este jueves que renuncia definitivamente a la lucha armada y acepta continuar su búsqueda de la unificación de Irlanda por una vía puramente  política.

Esta decisión histórica del IRA, que observa una tregua desde 1997, debe  significar la puesta en receso de todo su aparato paramilitar, iniciativa sin  precedente desde la formación del grupo clandestino en 1970, según una fuente  de la organización.

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Después de consultar a su base durante más de tres meses, el estado mayor  de la principal organización clandestina de la isla se prepara también a  desmantelar su arsenal completo en el más breve plazo.

La declaración, esperada para este jueves, es una respuesta positiva al  llamado formulado el 6 de abril por Gerry Adams, presidente del Sinn Fein,  brazo político del IRA.

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Adams, jefe del principal partido católico norirlandés, había pedido al IRA  el cese definitivo de la acción armada para permitir reanudar el proceso de paz  en Irlanda del Norte.

Por otra parte, Martin McGuinness, ex jefe del IRA y número dos del Sinn  Fein llegó a Washington, donde debe reunirse el jueves con Mitchell Reiss,  emisario del presidente Bush, para exponerle los detalles de la iniciativa.

En vísperas de este anuncio considerado como "histórico", los dirigentes  del Sinn Fein consiguieron una concesión de último minuto del gobierno  británico, que el miércoles en la noche liberó a un militante del IRA  responsable de un atentado que dejó diez muertos.

Sean Kelly, que en octubre de 1993 puso una bomba en un local de comida  rápida del feudo protestante de Shankill Road, en Belfast, es considerado por  los protestantes como el símbolo de la época turbia de 30 años de conflictos.

Kelly había sido condenado a cadena perpetua, liberado en 2000, según los  términos de los acuerdos de paz de 1998, y encarcelado nuevamente, acusado de  estar implicado en nuevos actos terroristas.

Irritados por diez años de negociaciones políticas, los ediles protestantes  de Irlanda del Norte no se mostraron particularmente entusiasmados con este  anuncio del IRA.

"El IRA debe ser absolutamente claro y sin ambages, tenemos que saber que  cesó toda actividad terrorista", precisó Jeffrey Donaldson, diputado de los  Demócratas Unionistas.

"Juzgaremos al IRA no por sus declaraciones de hoy, sino en la semanas y  los meses próximos para ver si sus palabras se traducen en hechos", destacó  Donaldson.

La reanudación de negociaciones para compartir el poder entre católicos y  protestantes en el seno del gobierno de Irlanda del Norte, tal como está  establecido en los acuerdos de abril de 1998, podría aún llevar meses, después  del esperado anuncio del IRA.