Los sectores farmacéuticos nacionales y los representantes de los laboratorios multinacionales desconocían hasta el viernes pasado los resultados de un estudio, contratado por el Gobierno, que medirá el impacto que tendrá el mercado ecuatoriano con las regulaciones que se adopten en materia de datos de prueba (información de los componentes de un medicamento) dentro del TLC.

El estudio fue encomendado a la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) y se proyectó que esté listo para el viernes anterior. Alfredo Corral, negociador de propiedad intelectual, dijo que “cualquier movimiento que tenga que ver con datos de prueba y patentes será consultado en el equipo, con  base en los estudios de Cordes”.

Ralph Eichenlaub, vicepresidente de la Asociación de la Industria de Protección de Cultivos y Salud Animal (Apcsa), dijo que los resultados de ese estudio son importantes, pues  permiten  una negociación con una proyección de datos reales.
Pero el retraso en la oficialización del estudio no debe incidir negativamente en el diálogo, según la Cámara de la Industria Farmacéutica de Investigación (IFI).

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“Los estudios hechos en Perú y Colombia, que tienen realidades parecidas, revelan más bien que los beneficios superan grandemente a los perjuicios resultantes de un eventual TLC con EE.UU. La ampliación del mercado hará crecer a la economía”, dijo Luis Alfonso Díaz, de IFI.

Fuentes del equipo negociador indicaron que la disposición del Ejecutivo es desarrollar una negociación que sustente los Adpic (Acuerdos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados al Comercio), y  no perjudicar el acceso que tiene la población a la salud y medicinas.