350 familias indígenas residen en La Paulina, a un costado de la vía Puebloviejo– Puerto Pechiche.

Conservan sus costumbres e idioma, aunque han cambiado un poco la vestimenta y algunos su religión. Esta es la situación de unas 350 familias de indígenas  de la provincia de Bolívar, quienes por necesidad cambiaron su residencia a la zona rural de la Costa.

La mayoría de ellos son  de las comunidades de Cashapamba y Churruhuayco, de Guanujo. Hace una década residen en el sector de La Paulina, ubicado a un costado de la vía Puebloviejo– Puerto Pechiche.

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El lugar, rodeado de lomas de pocos árboles, en los años setenta formó parte de la hacienda La Paulina, de propiedad de Tomás Cusido, oriundo de la provincia de Bolívar, quien contrató jornaleros de esa provincia para trabajar en el lugar.
Con el tiempo el dueño fue vendiendo lotes a sus trabajadores.

Ángel Rumiguano, dirigente de la zona, recordó que desde 1996 reside en La Paulina y  luego llegaron más familias  de Guanujo y Guaranda a adquirir tierras y quedarse a vivir en el lugar hasta que la hacienda desapareció y solo quedó el nombre.

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Unidos
“Nosotros somos unidos, nos llevamos bien y todos confían en mí porque soy el que hace los trámites y los viajes para conseguir lo que nos proponemos, por ejemplo, luego de varios años de gestiones nos pusieron la luz, ahora estamos por conseguir el agua en un convenio con Praguas  y esperamos que se nos haga realidad para ya no tomar agua de los pozos”, dijo Rumiguano.

Hilaria Caluña Punina, dueña de un pequeño quiosco cerca de la escuela Machala, la única en el lugar, manifestó que al principio se les hizo difícil adaptarse por el calor, pero de a poco tuvieron que cambiar de vestimenta, dejar de utilizar faldas y alpargatas   sin dejar el sombrero o la gorra para trabajar en las faenas agrícolas; pero cuando hay una reunión familiar o fiesta se visten con los trajes originales.

Segundo Quinaloa se siente tranquilo en el lugar por cuanto tiene sus parcelas de cuatro hectáreas, donde cultiva arroz en pequeña cantidad y maíz.

Aseguró que no olvidan sus costumbres como el idioma; a los vecinos o visitantes le hablan en español  y entre ellos conversan en quichua.

A los hijos desde pequeños les enseñan el idioma, porque aseguran que es la manera de conservar su raza, tradición y cultura.

Martín Asitumbay comentó que ellos viven de la agricultura, especialmente de arroz y maíz. Destacó que anteriormente hacían una cosecha al año por falta de agua y sistemas de riego, pero desde el año pasado cuentan con bombas y pozos, por lo que realizan dos cosechas.

INDÍGENAS

ESCUELA
Los habitantes de La Paulina esperan que el Municipio de Puebloviejo construya otra aula en su escuela porque les resulta  pequeña. Son 126 niños que estudian, además están deseosos que la Dirección de Educación les dé otro maestro, en la actualidad tienen un profesor fiscal y uno municipal.

COMIDAS
Entre sus costumbres está la del Día de Difuntos, donde preparan colada morada, guagua de pan, chicha, caldo de gallina, jugo de caña, cuy asado.

FAMILIA
En época de carnaval se reunen todos en una de las viviendas de la localidad y juegan con polvo y agua, unos bailan, otros comen  chigüiles,  sancocho de gallina,  cuy o el mote.