Además de los evidentes cambios físicos por los que atraviesa el cuerpo de la mujer durante los nueves meses de embarazo, también se producen variaciones en el comportamiento de las embarazadas. Algunas sienten que se confirman su feminidad y su fertilidad, por lo que se sienten casi omnipotentes; otras, en cambio se sienten más vulnerables y temerosas frente a la nueva vida que están gestando y albergando.