Más de un millón de personas acudieron a los diez conciertos Live 8, que se realizaron el sábado pasado en cuatro continentes, para pedirles a los líderes del G8 (grupo de los ocho países más poderosos del mundo), que condonen la deuda que sostienen con ellos las naciones pobres como las de África.

Los activistas esperan la decisión de los gobernantes.

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Después que una galaxia de estrellas hiciera rockanrolear al mundo con el Live 8, considerado como el mayor concierto nunca visto, los políticos dijeron ayer que el poder popular podría marcar una diferencia para aliviar la pobreza en el mundo en el encuentro de los líderes mundiales de la próxima semana.

Cerca de un millón de personas escucharon el sábado pasado a los músicos de rock y pop en 10 conciertos en cuatro continentes, para pedir al grupo de los ocho países más poderosos del mundo que aprueben la cancelación de la deuda de los países más pobres de África y el aumento de ayuda en la cumbre que se celebrará este miércoles en Escocia.

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El G8 está integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Japón, Italia y Rusia.
Uno de los primeros personajes mundiales en pronunciarse fue el papa Benedicto XVI: “Ojalá la reunión del G8 pudiera dotar de ayuda real y duradera a África”.

En Edimburgo, cerca de donde se reúne el G8, 200.000 personas marcharon pacíficamente a favor de la campaña.

Alicia Keys, quien cantó en Filadelfia, cuestionó el interés de Estados Unidos en ayudar a África. “América tiene un sentimiento de desconexión en lo que respecta a África o lugares muy lejanos porque muchos de nosotros, la mayoría, no tendremos la oportunidad de ver esos lugares”, precisó.

En Hyde Park, de Londres, Bob Geldof, el organizador de Live 8, mostró imágenes del Live Aid de hace 20 años con la imagen de una niña etíope al borde de la muerte, y a continuación presentó a la misma persona, ahora una joven y de buen aspecto llamada Birhan Woldu, que se dirigió al público, junto a Madonna.