La sonda Deep Impact lanzó con éxito un proyectil en la madrugada de ayer para que colisione con el cometa Tempel 1 con el fin de analizarlo, pero habrá que esperar para saber si dará en el blanco.
El proyectil, de 370 kg y del tamaño de un lavarropas, fue disparado a las 06h07 GMT (01h07 de Ecuador) por la sonda Deep Impact, que viaja por el sistema solar, y que tardó 173 días en situarse a 133 millones de km de la Tierra para llegar al cometa, del tamaño de media isla de Manhattan (Nueva York).
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“Todo parece haber salido según lo previsto”, afirmó Alan Buis, portavoz del Laboratorio de Reactores de Propulsión de la NASA (Agencia Espacial Norteamericana), a la AFP por teléfono.
El impacto del proyectil lanzado está previsto para hoy, día de la Independencia estadounidense, lunes 4 de julio, a las 05h52 GMT.
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Según los científicos, que se basan en simulaciones informáticas, el impacto –equivalente a la explosión de 4,5 toneladas de TNT– generará un agujero del tamaño de un estadio de fútbol en el núcleo del cometa, lo que proyectará toneladas de partículas.
La colisión y sus consecuencias serán filmadas por cámaras y otros instrumentos de medición a bordo de Deep Impact, que podrán analizar el impacto desde una distancia de alrededor de 500 km.
Mientras, los telescopios espaciales Hubble X-ray Observatory y Spitzer Space Telescope observarán el experimento.
Además, hay una cámara ubicada en el propio proyectil para captar hasta el último momento antes del impacto.
Es un experimento muy peligroso, explicó Rick Grammierk, jefe de la misión en el Laboratorio Jet Propulsion, una agencia de la NASA en Pasadena (California, sudoeste), que dirige esta operación de 333 millones de dólares.
“Es como una bala (de arma de fuego) que intenta chocar contra otra bala, junto a una tercera bala, en el lugar y momento adecuados”, señaló.
Las últimas 24 horas de la misión serán las cruciales, todo lo que ocurra se hará automáticamente, sin intervención humana, subrayó.
El objetivo es develar secretos del Sistema Solar: se cree que material primitivo generado en su origen está incluido en la composición de los cometas, y además muchos expertos señalan que podrían contener moléculas orgánicas que podrían ser los responsables químicos de la vida en la Tierra.
“La larga tradición de exploración de la NASA es investigar y descubrir cómo se formó el sistema solar, cómo va a evolucionar y si hay vida en otras partes del universo”, explicó Andy Dantzler, de la división Sistema Solar de la agencia espacial.
“Los cometas, cuerpos celestes más antiguos del sistema solar, llevan consigo la información para responder a gran parte de estas preguntas”, añadió.