En el aviso que publicó EL UNIVERSO el 2 de julio de 1955  con motivo de la inauguración del cine popular Cuba, al sur de la ciudad,  en las calles avenida Cuba (actual avenida Domingo Comín) y Sedalana, los empresarios lo encabezaron de la siguiente manera: “Dedicado a toda la barriada de la avenida Cuba, del Camal y del Barrio del Seguro”.

Razón tuvieron con la dedicatoria los dueños de la modesta empresa, pues el numeroso vecindario  e incluso de otros distantes acudió a la función de apertura y se hizo cliente del local,  que  exhibía películas mexicanas y norteamericanas a colores.

El cine popular Cuba  exhibió ese día dos filmes taquilleros a la fecha que ofreció su primera atención: Toque de tambor, estelarizada por Alan Ladd, y Fieras Humanas, con Randolph Scott.

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Fueron funciones de especial (18h45) y noche (21h30). La entrada costó 3,40 sucres, que después bajó a 2,60.

Asimismo, las funciones de matiné y especial se programaron regularmente para las 18h40 y 21h30.  Los filmes contratados eran muy interesantes, porque llegaban de los cines ‘mayores’ del centro de la urbe, adonde no podían avanzar los padres y jefes de familia con sus respectivas proles en busca de la vermú o matiné, e incluso los escurridizos novios o los colegiales que solían faltar a clases (la ‘pava’) para ir a ver las películas de charros y vaqueros que  les gustaban.

Fue pues, el cine popular Cuba, otro sitio de entretenimiento al igual que sus similares como el Eloy Alfaro, Calero, Juan Pueblo, Guayas,  Latino, Gloria, Azteca, Ecuador, Dorado, América, Paraíso y otros que ya desaparecieron.