Un centenar de estudiantes de diversos países, incluido el Ecuador, iniciaron ayer la aventura de recorrer los caminos de piedra levantados por los incas hace más de 500 años en una nueva versión de la Ruta Inka, organizada por instituciones peruanas.
A diferencia de la Ruta Quetzal, promovida por España, la Ruta Inka apela a la colaboración de municipios y universidades públicas para recibir a sus expedicionarios.