Hay una novedosa y muy fresca visión en la nueva película de Dreamworks, el estudio de Hollywood gestado por Steven Spielberg con el objetivo de ocupar el trono de Disney en el cine de animación. Ellos produjeron Shrek y también Antz. Ahora nos traen Madagascar  y el resultado es absolutamente impactante. Eric Darnell y Tom Grath (Darnell estuvo en Antz)  han logrado convertir una fórmula difícil y algo compleja en una película realmente ingeniosa y muy divertida.

El cine de animación siempre revierte sus historias a las fábulas infantiles de antaño y a veces el asunto puede ser cansón. En el caso de Shrek, la salvación fue parodiar el género y nada más.

Madagascar nos sorprende con su brillantísima introducción. Bajo los acordes del tema musical de Born Free  (Nacida Libre), tema musical de la inolvidable saga cinematográfica de la leona amaestrada por la naturalista Joy Adamson hace cuarenta años, Álex, un león del zoológico de Central Park de Nueva York, se despierta para un nuevo día de vegetativo esparcimiento en sus lujosas jaulas citadinas.

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Allí también están sus amigos Marty, la cebra; Gloria, la hipopótamo; y Melman, la jirafa. Todos viven plácidamente en un sitio donde la palabra “jungla” es sinónimo de un planeta desconocido, que Marty obsesivamente sueña visitar alguna vez.

La película recrea los delirios escapistas de Marty como una realidad, lo que para el león y sus otros amigos se convierte en una amenaza. El ejemplo de la causa libertadora lo dan cuatro pingüinos rebeldes que infructuosamente cavan túneles para irse a la Antártida. La salida final de este singular grupo de amigos a las calles neoyorquinas es uno de los momentos más hilarantes del cine moderno, especialmente cuando tienen que tomar el subway. Más tarde ellos serán “apresados” por las fuerzas policiales de la Gran Manzana para depositarlos en un tumultuoso viaje a Kenya. Nunca llegan, porque los pingüinos se encargan de secuestrar el barco y accidentalmente los contenedores que los transporta van a dar a Madagascar.

En esas exóticas playas, Álex, el nuevo rey león, será coronado por unos lémores danzantes. Pero ese no es el final de Madagascar, porque estas películas de enorme éxito ahora siempre tendrán su parte 2. Una pena que esta vez no haya llegado una copia con la versión subtitulada en inglés, para no ver solamente la cinta doblada al español. Es fatal escuchar a los héroes de Madagascar cantando New York, New York en un inglés con acento mexicano.