“Divertidas para cantar, tiernas para conmovernos y musicalmente creadas para el oído de los pequeños y sus padres”, así resume el cantautor ecuatoriano Ricardo Williams, de 43 años, el contenido de Canciones Comelonas, su nuevo disco, compuesto por diez temas que dan continuidad a su anterior trabajo musical, titulado Ángel de mi guarda.

La idea, explica Williams, es facilitar y apoyar el desarrollo de la ternura, salud, afectividad, espontaneidad y el autorrespeto de los niños. “Los temas los escribí para que los más chiquitos valoren el milagro del amor y de la vida en hechos cotidianos, como la hora de comer”.

Otros de sus objetivos, precisa, es acercar a los padres al mundo de sus hijos, en especial a aquellos cuyas edades fluctúan entre 0 y 5 años. “Conocer al ratoncito Pérez, volar en el avioncito de mamá o ser un súper héroe son las mágicas sensaciones que quiero transmitir”, dice.

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Pero, ¿por qué escribir canciones infantiles? Él, que está a punto de convertirse por primera vez en padre, asegura mantener vivo a su niño interior. Su esposa, María Fernanda Bueno, que tiene 28 años y está en el octavo mes de embarazo, comenta que Williams tiene una increíble capacidad para comunicarse con niños y bebés. “Compone para ellos, mas en la práctica son los padres quienes las disfrutan. Creo que los sensibiliza”.

En sus inicios musicales, Williams escribió baladas, canciones pop y rock. No obstante, revela que aunque estas tuvieron acogida no lo llenaron. De sus producciones anteriores menciona Arenas movedizas y las ecológicas Verde manzana, Feliz cumpleaños tierra y Aguanta.

“Para muchos padres la hora de alimentar a sus hijos es la más difícil. Canciones Comelonas es una herramienta para esos momentos, pues mediante su técnica musical despierta la atención, calma y alegra a los infantes. Para mí es un alimento para el alma”.

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Su nuevo álbum es del sello Tricielo Music.