El ingeniero australiano Douglas Wood, secuestrado en Iraq durante seis semanas, fue rescatado este miércoles en una operación militar conjunta de tropas iraquíes y estadounidenses.
Wood, de 63 años y con graves problemas de salud, fue entregado tras su liberación al equipo de rescate enviado por Australia a Bagdad hace semanas para presionar a los secuestradores, según anunció el primer ministro australiano, John Howard, al parlamento.
"Me satisface informar al Parlamento de que el rehén australiano en Iraq, Douglas Wood, se encuentra a salvo", dijo Howard ante la cámara, que rompió en aplausos.
"Wood fue rescatado hace un rato en Bagdad en una operación militar y me dicen que la llevaron a cabo las fuerzas iraquíes, en cooperación con elementos de las fuerzas de Estados Unidos", explicó el primer ministro.
El ejército iraquí "descubrió" al rehén australiano Douglas Wood por casualidad, cuando realizaba una operación de búsqueda en el oeste de Bagdad en la mañana del miércoles, anunció el ejército estadounidense.
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El ministro de Exteriores, Alexander Downer dijo a la televisión ABC que un número indeterminado de personas fue detenido a raíz de la operación militar, y que no podía confirmar ni desmentir si se produjeron víctimas mortales.
Howard indicó que tras ser liberado, Wood fue puesto "bajo la protección del equipo de respuesta de emergencia australiano en Bagdad", liderado por el diplomático Nick Warner, y que los médicos le hicieron un chequeo.
El portavoz de la familia de Wood, Neil Smail, leyó en Camberra un comunicado de parte de los tres hermanos de Douglas, Graham, Malcolm y Vernon, ante las cámaras de televisión para agradecer el esfuerzo realizado por el gobierno australiano y sus funcionarios, al igual que el de Iraq.
La familia sabe que "fue él mismo quien se puso en peligro al ir a un lugar peligroso", por lo que todo lo que pueden hacer es agradecer a todos los que han contribuido a su liberación, dijo Smail.
Las autoridades se limitaron a informar a los familiares de que Wood se encuentra a salvo, pero sus hermanos desconocen cómo se produjo la liberación, si hubo enfrentamientos o disparos o en qué circunstancias ocurrió.
La familia de Wood ha realizado un gran esfuerzo mediático, tanto en Australia como en Iraq, desde que el ingeniero fue secuestrado, utilizando anuncios en periódicos y televisión y con la creación de una página web.
Llegaron a ofrecer una donación humanitaria, a principios de mayo, cuya cuantía no fue nunca revelada y que aseguraban no se trataba de un rescate, dado que los secuestradores no lo pidieron.
Se desconoce si Douglas Wood viajará a Australia o si irá a Estados Unidos, donde vivía antes de empezar a trabajar en Iraq y donde se encuentra su esposa estadounidense.
En cualquier caso, dijo Howard, toda Australia se alegrará por la liberación de Wood, pero la que más (se alegrará) será su familia.
"En nombre del parlamento quiero destacar la dignidad y la fortaleza de su familia", agregó.
Howard insistió, como ha venido haciendo su gobierno desde que se produjo el secuestro, en que las circunstancias individuales no cambiarán la política exterior australiana.
"Quiero reiterar nuestro compromiso hacia la estabilidad y la reconstrucción de Iraq y hacia el pueblo de Iraq, que es víctima, a diario, del terrorismo y de los criminales".
Howard indicó que había intentado ponerse en contacto con el primer ministro iraquí, Ibrahim al Jaafari, para agradecerle la ayuda de su país para a liberación de Wood.
"Espero poder agradecerle por el empeño de sus fuerzas y quiero repetir que damos las gracias a nuestros amigos americanos por su apoyo constante, por su disposición y por su cooperación".
"Es un final muy feliz y es un homenaje al trabajo de nuestros amigos iraquíes y americanos" concluyó el líder australiano.
Los captores de Wood anunciaron, cuando le secuestraron, que le matarían si Camberra no retiraba los 850 efectivos militares que tiene desplegados en Iraq, pero luego aplazaron el ultimátum de forma indefinida.
Australia es uno de los países que más firmemente apoyaron la ocupación estadounidense de Iraq y mantuvo en todo momento que no negociaría con los captores para no sentar precedentes que animen a nuevos secuestros.