Al área de emergencia del Hospital Roberto Gilbert tuve que llevar a mi hijo de 22 meses para ser atendido de urgencia en ese centro de salud infantil.
Existía un solo médico pediatra de guardia para atender en esa área a los niños que llegaban de emergencia.
Vi un menor con la pierna fracturada, a otro de 18 días de nacido con deficiencia respiratoria, a una niña que presentaba contusiones, niños en estado febril... y todos –sin importar su delicada condición de salud– eran obligados a esperar turno, cuando la palabra emergencia significa atención médica inmediata.
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Dentro de eso también se establecen prioridades para ser atendidos.
Debe el adulto, que acompaña a un menor, responder un cuestionario, pero la lógica dicta que si se trata de casos como fracturas, sangrados o convulsiones, el niño debe ser llevado de inmediato en camilla; pero la madre con su niño lastimado en brazos debía responder el cuestionario.
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Yo encabecé un reclamo enérgico que fue apoyado por todos los padres que allí se encontraban.
Como madre de familia propongo sentido común y sensibilidad para tratar a nuestros niños y sus padres, que soportan horas interminables de angustia, porque bien sabemos que si existe alguna situación que nos rompe emocionalmente es ver enfermo a un hijo.
Lola Páramo Galarza
Guayaquil
En el Hospital del Niño Francisco de Ycaza Bustamante, en el lado de emergencia, donde entran y salen ambulancias trayendo niños heridos y que da a la calle Pedro Moncayo, sin medirse las graves consecuencias se ha alquilado un espacio de esa zona para que instalen cabinas telefónicas.
La aglomeración de madres con menores en brazos que se acercan a llamar por teléfono invade ese sector de emergencia, el cual debería estar completamente despejado para el ingreso y salida de las ambulancias.
Eso es peligroso; no esperemos que haya un atropellado para entonces tomar las medidas del caso.
Dentro del hospital y en sus alrededores ya existen suficientes teléfonos para que los utilice el público.
Ojalá el hospital revea inmediatamente ese desacierto y saque las cabinas de la zona de emergencia.
Félix Paredes Molineros
Guayaquil