Fausto Coba, representante de la Cámara Ecuatoriana del Libro, participa en estos días en las negociaciones del Tratado del Libre Comercio (TLC). En los diálogos que él participa se trata sobre la promulgación de una ley que permita la creación de una reserva cultural.

Coba indica que este tema “puede sonar en un principio como algo etéreo, pero en realidad es muy pragmático. La reserva cultural lo que hace es proteger las industrias y las actividades culturales; la producción y la divulgación de obras protegidas por el derecho de autor; la publicación, distribución y venta de libros, revistas, publicaciones, periódicos o diarios”.

Señala que con la existencia de esa disposición se podrá de alguna forma homologar la situación del Ecuador a la realidad de otros países latinoamericanos, para ponernos competitivos y superar las desventajas, desigualdades o falencias que actualmente atraviesa la cultura.

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El representante de la Cámara Ecuatoriana del Libro explica que en las negociaciones del TLC se dialoga sobre el incentivo a producir más libros en los países con menor desarrollo, caso concreto en Ecuador.

“La más cercana referencia de la importancia de tener un mayor volumen de publicación de libros es Colombia. Ese país se vino preparando para ser una potencia editorial desde la promulgación de la Ley Esmeralda, hace más de 50 años. Luego vienen otras leyes que la han convertido en uno de los mayores y fuertes productores editoriales de la región”, agrega Coba.

Otro tema cultural que se abordará será acceso a mercados y, además, se estará pendiente de los acuerdos a los que lleguen los representantes de las industrias gráfica y papelera para que los aranceles sean bajos y se permita incrementar la producción editorial.

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Coba dice que “las comisiones negociadoras deben conseguir resultados inmediatos en lo que se refiere a la protección cultural. El Ministerio de Economía debe estar de acuerdo con ello por las excepciones tributarias”.