Lenny Kravitz encandiló el miércoles a las 9.000 personas que acudieron a la plaza de toros de Benidorm, escenario del primer concierto de su gira europea "Electric Church", y que en España le llevará también a Mijas, Cuenca, León y Bilbao, previa escala en El Algarve.
 
El solista de Brooklyn se hizo esperar media hora sobre el escenario donde actuó ataviado con una levita negra, de la que se deshizo al terminar su primera canción, camisa y pantalón negros con un ancho cinturón con remates de acero y unas gafas de sol que no se quitó en toda la noche.
 
Kravitz abrió su espectáculo con la primera canción de su último trabajo, "Minister of rock n roll". Lo suficiente para que sus fans se entregara con esos primeros acordes. La canción fue seguida por varios guiños de música "gospell" y "motown" que recordaban a un James Brown que pronto estará en Benidorm.
 
El concierto se desvió después hacia algunos de sus éxitos de siempre, por los que ha sido reconocido con varios "Grammy", entre ellos "Let love rule", que en 1989 fue la canción que le encumbró al más alto nivel. De su álbum "Baptism" prosiguió con la interpretación del primer "single" "Where are we running" que elevó aún más al público.
 
Dos horas de espectáculo en las que el artista hizo gala de su extraordinaria habilidad para dominar varios instrumentos. No en vano en este su séptimo CD de estudio, Kravitz toca todos los instrumentos a excepción de la sección de cuerda y los saxos.
 
Lenny Kravitz aprovecha esta gira para dar a conocer "Baptism", pero no por ello olvidó que el público esperaba escuchar temas como "Are you gonna go my way" o "Fly away", por el que logró su primer "Grammy". La gente lo agradeció con numerosos aplausos que no cesaron cada vez que el solista neoyorquino finalizaba uno de sus temas.
 
Y si parecía que la intensidad bajaba, por mor del ritmo de la música, más calmada, Lenny Kravitz se encargaba de subir la tensión con movimientos del cuerpo y palmadas que contagiaban al resto.
 
Destacable también los músicos que le acompañaron, que pusieron de relieve la exquisitez del solista a la hora de exigir un excelente sonido. Solos de guitarra, saxo, etc., pusieron el colofón a una de las citas de más calidad con que ha contado Benidorm.
 
Pero eso sí, muchos se quedaron con ganas de oír algunos de sus temas más conocidos.