La bandera de Ecuador que llevaban en las manos les sirvió de apertura al show y de enganche para un público que los esperaba desde el minuto en que el seleccionado tricolor anotó el segundo gol ante Argentina. Zion & Lennox,  dúo puertorriqueño que se presentó la noche del sábado pasado en el coliseo Voltaire Paladines Polo de esta ciudad,  llenó la mitad del recinto.

Desde niños de 10 años hasta adolescentes acudieron al sitio, en espera de los primeros acordes de Yo voy, voy voy y Me pones en tensión. Un sonoro y unísono ‘¡ohh! ¡ahh! ¡ahh!’ se oyó cada vez que los intérpretes empezaban una nueva tonada. La lírica es de Zion y la música de Lennox, y el reggaeton que ofrecieron evidenció la influencia de la salsa, el merengue y el rock.

Los boricuas se caracterizan por mezclar  los temas románticos con  golpes duros y  melodías pegajosas. Las letras del rapeado hablan del amor y la vida cotidiana.
El perreo estuvo presente desde luego, y para practicarlo no bastó el cemento de escaleras y pasillos, los asistentes se tomaron las bancas, las rejas y hasta las espaldas de sus acompañantes.

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Las luces de los celulares pusieron la nota tenue y hasta romántica, cuando casi por instinto y sin necesidad de una insinuación o propuesta de los artistas, el público los encendía cuando el escenario quedaba a oscuras.

Déjame hacerte mía, La española, Pégate, Hasta abajo, Doncella, Tú me pones mal, Tu príncipe y Bandida fueron las melodías que se entonaron, bailaron,  corearon y rapearon desde todos los ángulos del recinto.

Cien efectivos  de  la Policía Nacional custodiaron los alrededores y el interior del coliseo, que  solo observó movimiento fuerte cuando se terminó el concierto y la gente empujaba, gritaba y se desesperaba por salir. Pese a ello, los uniformados y los miembros de la Cruz Roja del Guayas que también estuvieron presentes, no tuvieron necesidad de realizar  labor alguna de rescate o coerción.

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El espectáculo dejó satisfechos a los asistentes, que pudieron ver, además, al grupo ecuatoriano Kandela y Son y a Julio Voltio, otro exponente boricua del reggaeton que invita a mover las caderas, aun de quien no sepa rapear sus letras.