La primera impresión que causa escuchar los acordes iniciales de Are gonna be my girl es la de una canción retro, simple, que recuerda mucho a Lust for life, tema que presentó la carrera de Iggy Pop como solista en 1977. De hecho son canciones que suenan igual, al punto que los críticos de música (a través de las páginas de internet como alohacriticon) cuestionan a Jet por plagio y carencia de creatividad.