Tres equipos de científicos reconstruyeron por primera vez el rostro del más famoso faraón.

Varios expertos han logrado reconstruir la cabeza y el rostro de Tutankamón, pero no se han puesto de acuerdo con respecto a la forma original de la nariz y las orejas del faraón.

El grupo de peritos formado por egipcios, franceses y estadounidenses recurrieron a radiografías tomadas con escáner para llegar a la forma y características del rostro de Tutankamón, informó ayer en un comunicado el secretario del Consejo Supremo de Antigüedades (CSA) de Egipto, Zahi Hawas.

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Los expertos han coincidido casi completamente en la forma del cráneo, del rostro y los ojos, pero han discrepado en torno a la configuración que tenían la nariz y las orejas del famoso faraón, subrayó Hawas, que no da más detalles sobre esas diferencias.

La nota también señala que los peritos reconstruyeron la cabeza y el rostro de Tutankamón en un modelo de plástico de la calavera del rey faraónico, que fue rellenada en sus huecos con plastilina con la ayuda de escultores y arqueólogos egipcios.

Los modelos del joven faraón muestran rasgos similares en los que reconstruyeron tres equipos de científicos de Francia, Egipto y Estados Unidos: un hombre de suaves rasgos, con mejillas abultadas y una barbilla redondeada.

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Sobre este modelo, los expertos aplicaron un molde de silicona, al que se puso el color del cutis, los ojos, el cabello y los labios, de acuerdo con las antiguas estatuas y pinturas que representan al faraón.

Quienes se hayan paseado por el Museo Egipcio pueden adivinar que el verdadero rostro de Tutankamón no se parece tanto a la famosa máscara de oro, que es la joya del museo, como a las momias de los faraones que precedieron a Tutankamón, muchos de los cuales poseían por cierto una enorme nariz.

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La reconstrucción de las facciones del faraón egipcio tiene lugar dos meses después de que el ministro egipcio de Cultura, Faruq Hosni, anunciase que Tutankamón no fue asesinado, según los resultados de los análisis efectuados a su momia.

Los estudios de un equipo de expertos egipcios y de otros países sobre las radiografías tomadas al cuerpo de Tutankamón el pasado 5 de enero no revelaron señales de que el faraón muriera por un golpe en la nuca, recalcó, entonces, por su parte, Hawas.

Asimismo, se precisó que Tutankamón habría fallecido a los 19 años, y los análisis de sus huesos confirman que gozaba de buena salud y atención médica, y que, además, recibió una buena alimentación durante su infancia.

Después de estos estudios “no habrá ningún motivo para hacer otros exámenes a la momia, por lo que ahora sí que descansará en paz en su tumba, tal como él pretendía”, dijo Hawas, quien, sin embargo, no se atrevió a hacer conjeturas sobre la causa última del fallecimiento.

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Tutankamón, cuya tumba fue descubierta en Luxor en 1922 por el arqueólogo británico Howard Carter, fue un faraón de poca importancia histórica, ya que solo reinó diez años –del 1333 al 1323 antes de Cristo– sin que haya quedado en sus registros ningún hito de su mandato.

La fama del joven soberano se debe, no obstante, a que su ajuar fúnebre ha sido el único que ha llegado íntegro a los tiempos modernos, ya que casi todos los enterramientos del Valle de los Reyes, –cercano a Luxor, al sur de El Cairo y donde se encontraba la tumba–, fueron saqueados durante la antigüedad.

Las joyas, los delicados muebles y la máscara de oro puro hallados en su cripta, que en la actualidad se exhiben en el Museo Egipcio de El Cairo, componen el más fabuloso tesoro funerario que se conserva del Egipto faraónico.