El papa Benedicto XVI está empeñado en  volver a la tradición, al dedicar su intervención al tema de Dios y Satanás  durante la audiencia general de este miércoles, celebrada en la plaza de San Pedro ante unas 17.000 personas.
 
"Dios no es indiferente ante las cuestiones humanas y a través de ellas penetra realizando sus vías, es decir sus proyectos y sus obras eficaces", afirmó el Papa.
 
La intervención de Dios en la historia humana "es un señal que invita a la  conversión de todos los pueblos de la tierra", agregó tras recordar que "gracias al temor del Señor no se tiene miedo al mal que reina en la historia", dijo.
 
"La historia no es desordenada y sin significado" y "no depende de poderes  oscuros, de la casualidad o de decisiones humanas", comentó.
 
"Ante las energías malas y las violentas irrupciones de Satanás, con las  emergencias que suscitan tantos males, se alza el Señor, árbitro supremo de la  historia humana", dijo.
 
Benedicto XVI citó el Concilio Vaticano II "que invita al creyente a  reconocer la acción divina que se esconde en la historia".
 
El Papa, elegido hace tres semanas como pontífice, invitó a los católicos a  "construir una sociedad inspirada en los valores cristianos", en un momento en  que muchos países de Europa se están tomando medidas contrarias a los  principios de la Iglesia, como el matrimonio entre homosexuales y la  reglamentación de la fecundación artificial.