Fotógrafo chileno radicado en Ecuador, primera víctima de “cacerolazos” contra gobierno.
Un muerto, 16 heridos y más de 80 semiasfixiados dejaron las manifestaciones de la tarde y noche de ayer en la capital, cuando unos 50 mil quiteños salieron a las calles para reiterar sus gritos “Lucio, fuera” y “Que se vayan todos”.
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El periodista chileno Julio Augusto García (58 años) falleció de un paro cardiorrespiratorio mientras hacía fotografías de la marcha.
La principal concentración se dio a partir de las 16h00 en la Cruz del Papa, en el parque La Carolina, desde donde salieron los manifestantes hacia Carondelet. Por el sector del Consejo Provincial, a la entrada al Centro Histórico, los esperaba un grueso piquete policial, y las bombas lacrimógenas comenzaron a estallar a las 20h23.
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Pero los marchantes burlaron el cerco, tomaron diferentes vías y lograron llegar hasta unas dos cuadras al norte de Carondelet, donde la represión se hizo más fuerte.
Poco antes, los 6 mil indígenas de la Feine que habían llegado a Quito en buses para apoyar al presidente Lucio Gutiérrez fueron evacuados de la Plaza de San Francisco hacia el parque El Arbolito, para evitar enfrentamientos.
Mientras Gutiérrez permanecía reunido con sus más cercanos colaboradores en Carondelet, el alto mando militar lo hacía en el Ministerio de Defensa.
El régimen descartó rumores de que las Fuerzas Armadas le hubieran quitado su respaldo y los militares no hicieron ningún pronunciamiento.
Hacia las 24h00, los manifestantes que se habían replegado en distintos lugares del Centro volvieron a casa.
Los quiteños, cada vez más cerca de Carondelet
Desde diferentes puntos de la ciudad, cerca de 50 mil personas intentaron, de manera pacífica, llegar al palacio de Carondelet para reclamar ética en el proceder de la clase política, y exigir la renuncia de Gutiérrez.
El ánimo pacifista de adultos, jóvenes, niños y ancianos de todas las clases sociales, que participaron en las movilizaciones, no bastó para evitar que los policías iniciaran una continua represión en los alrededores de Carondelet.
Producto de los ataques, el Centro Histórico se cubrió de una densa nube blanca de gas durante parte de la noche.
La ciudad parecía un campo de guerra.
A las 18h30, el principal punto de partida fue la Cruz del Papa en la Av. Amazonas (norte), desde donde caminaron cerca de 4 km hasta las inmediaciones del Consejo Provincial, en la avenida Diez de Agosto (zona centro).
Allí se encontraba el primer piquete policial que llevó a los manifestantes a tomar vías alternas para continuar su camino hacia el Centro Histórico, como habían planificado.
Bajo la consigna de no rendirse, unas diez mil personas tomaron la calle Checa hacia la Vargas y resistieron tres ataques con bombas lacrimógenas, hasta llegar a las calles aledañas a Carondelet. “No nos podemos rendir”, exclamaban líderes espontáneos entre la multitud.
La solidaridad de los moradores de las viviendas por donde pasaban los ciudadanos se evidenció de diferentes maneras. Desde ventanas y balcones, los vecinos del centro lanzaron periódicos, libros y guías telefónicas para que los manifestantes los encendieran para dispersar los efectos de los gases.
“Que se una el Ecuador” y “Fuera Lucio” fueron las principales consignas. En ocasiones, los manifestantes hacían una pausa y gritaban: “no violencia, por favor”.
En el casco colonial, unos 5.000 miembros de la fuerza pública los esperaban con escudos antimotines y gases, según una fuente oficial.
Mientras, en la avenida Diez de Agosto permaneció el grueso de la manifestación. Desde la avenida Patria hasta la Checa (aproximadamente diez cuadras), los marchantes resistieron la embestida de los gases, sin ninguna protección. Pitos, banderas, carteles e instrumentos musicales fueron las armas de protesta.
Los quiteños que protestaban contra Gutiérrez alcanzaron las bocacalles contiguas a la plaza Grande a las 20h30 y se ubicaron por grupos en cada una de las intersecciones.
“Recapaciten. Ustedes también son el pueblo”, era el pedido de algunos ciudadanos a policías y militares, quienes formaron murallas de cinco filas en cada bocacalle, detrás de sendas mallas de contención y concertinas (espirales de alambres de púas).
Los periodistas que cubren información en el palacio de Gobierno fueron desalojados minutos antes de que empezara a llegar la marcha. A las 20h40, los funcionarios administrativos de Carondelet también fueron evacuados. Dos horas antes ocurrió lo mismo con el Congreso Nacional, que también fue acordonado.
Desde las 21h00 comenzaron a abandonar la plaza San Francisco los indígenas que fueron traídos para respaldar al Gobierno y fueron conducidos por el sector de la 24 de Mayo al parque El Arbolito.
Hacia las 21h15 llegaron más refuerzos militares de las divisiones de Quevedo, Latacunga, Machachi y de la Amazonia, que ingresaron a custodiar el palacio de Carondelet por el sector del Tejar.
Hasta las 23h00, los manifestantes que se encontraban en la Av. Diez de Agosto no lograban superar la fuerte barrera policial, mientras que los ciudadanos que permanecían en las inmediaciones de Carondelet sufrieron una fuerte arremetida policial que los obligó a replegarse hacia el sector de la Marín.
A esa hora, algunas personas que sufrieron la represión aún esperaban recuperarse y regresar a las calles cercanas a palacio, con el propósito de que el Mandatario escuche su pedido. Finalmente, hacia las 24h00 comenzaron a retirarse, cansados, en el séptimo día de protesta continua contra Gutiérrez.
Emergencia
Quito fue declarada en emergencia ayer por el Municipio Metropolitano frente a la posibilidad de que se registren enfrentamientos entre quienes exigen la salida del presidente Lucio Gutiérrez y aquellos que defienden al gobierno.
Renuncia
El alcalde de Quito, Paco Moncayo (ID), pidió anoche la renuncia del presidente Lucio Gutiérrez para que el vicepresidente Alfredo Palacio se haga cargo del poder. En el mismo sentido se pronunció en la tarde el ex ministro de Defensa, José Gallardo.
Cierre de vías
Moncayo aseveró que, en coordinación con la Prefectura de Pichincha, cerrará carreteras para impedir que el primo de Gutiérrez, Renán Borbúa, movilice a Quito gente que ofenda a la ciudad.
Iglesia
El presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, monseñor Néstor Herrera, reiteró ayer que la Iglesia Católica siempre defenderá la democracia y la Constitución. Herrera instó a todos a orar en esta hora de crisis.
Control
“Es necesario no generar acciones que puedan dar lugar a cierta conmoción social que no es fácil controlar ni prever sus consecuencias”, añadió monseñor Herrera.
Estudiantes
Ayer en la mañana y tarde también hubo protestas de estudiantes secundarios y universitarios, los que se enfrentaron con la Policía, en su afán de llegar hasta Carondelet para pedir la salida del presidente.