El buda sentado más grande del mundo, que domina una panorámica en Leshan en el sudoeste de China, está carcomido por la lluvia ácida producto de la contaminación, informó este martes el China Daily.
Se han detectado manchas negras y grises en esta escultura de piedra de 71 metros de alto, que data desde hace 1.200 años y que fue objeto de una meticulosa restauración en el año 2001, que costó 30 millones de dólares.
De acuerdo a una reciente investigación de la Academia de las Ciencias de China, las lluvias ácidas causan en promedio unos 11.300 millones de yuans (1.400 millones de dólares) de pérdidas por año en la agricultura de la provincia de Sichuan, donde se encuentra Leshan.
El buda de Leshan forma parte del patrimonio mundial de la humanidad de la Unesco.
La política de desarrollo en el oeste de China ha causado numerosos e importantes problemas ambientales en Sichuan, según el China Daily.
Menos de 30% de las aguas servidas de la provincia son tratadas y la calidad del aire es inferior a las normas chinas en 19 de las 24 ciudades donde se mide.