El escritor brasileño Paulo Coelho atacó a la crítica contemporánea, “siempre ligera”, y aseguró que no escribe por dinero, ya que gracias a las ventas de sus primeros libros podría haber dejado de hacerlo en 1994.
Dijo al diario O Globo que es amado por sus lectores, pero “odiado por la crítica”. La crítica “me adoraba hasta que vendí mis primeros 100.000 ejemplares”, afirmó. “No creo que calidad sea sinónimo de cantidad, pero tampoco que cantidad sea sinónimo de baja calidad”, respondió, entrevistado en su casa en Tarbes, en los Pirineos franceses, a propósito de la publicación de su libro El Zahir.
La crítica contemporánea “es siempre muy ligera. No creo que pueda juzgar la literatura contemporánea antes siquiera de comprender lo que está pasando”, refirió el autor.