Científicos que debieron romper un hueso de dinosaurio para extraerlo de una piedra dijeron haber recobrado en su interior tejidos que estuvieron vivos hace 70 millones de años y que podrían ser vasos sanguíneos o incluso células.
El material, proveniente de una especie conocida con el nombre de Tiranosaurio Rex, ha sido objeto de múltiples estudios. Si los científicos logran aislar las proteínas de esos tejidos, podrían descubrir numerosos detalles acerca de la vida de los dinosaurios, dijo la principal investigadora Mary Higby Schweitzer, de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.
El estudio aparece en la edición del viernes de la revista especializada Science.
El material proviene del fémur de un tiranosaurio conocido como MOR 1125, cuyos restos fueron hallados en una formación rocosa de arena de cuarzo en el estado de Montana. El hueso se quebró al ser removido de la roca y Schweiter y sus colegas analizaron entonces el material del interior del hueso.
Los vasos sanguíneos y su contenido son similiares a los encontrados en los huesos de avestruz, informaron los científicos.
En años recientes se han multiplicado las pruebas de que las aves de hoy día son descendientes de los dinosaurios, y Schweitzer dijo que había decidido comparar los tejidos del dinosaurio con los del avestruz porque éste es el mayor pájaro disponible al presente.
Brooks Hanson, subdirector de Science, observó que hay pocos ejemplos de tejidos suaves que se hayan conservado durante largo tiempo, y que en su mayoría se trata de hojas o maderas petrificadas, insectos incrustados en ámbar o animales conservados en hielo.
Pero los tejidos blandos son poco comunes, y es por eso que un fósil de hace 70 millones de años es tan interesante, agregó.