El grupo formado por civiles anuncia el control en la frontera de EE.UU. desde el uno de abril próximo.

“The U.S. wants you! The Minuteman Project seeks volunteers” (¡Los EE.UU. te necesita! El Proyecto Minuteman busca voluntarios). Con esta frase imperativa la página web www.minutemanproject.com llama a enrolarse a la Patrulla Fronteriza, formada por civiles que quieren controlar el ingreso de inmigrantes ilegales a EE.UU.

El proyecto integrado hasta el momento por 500 voluntarios pretende iniciar los controles en la frontera desde el próximo uno de abril. Este anuncio tiene preocupadas a organizaciones de emigrantes e instituciones pro defensa de los derechos humanos.

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El Minuteman Project, llamado así por la milicia que luchó en la Revolución Americana, según sus organizadores surgió porque el gobierno de EE.UU. no ha logrado reducir el flujo de inmigrantes indocumentados a lo largo de su frontera de 3.200 kilómetros por  el estado de Arizona.

En esa zona son atrapados alrededor de un millón de inmigrantes indocumentados cada año, casi la mitad cruzando la frontera.

Austro
El sacerdote Ángel Castillo, coordinador de la Comisión de Migración de Azogues, expresó su preocupación por la situación de centenares de inmigrantes, la mayoría de la zona austral, quienes se arriesgan a emprender el viaje ilegal a Estados Unidos.

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Afirmó que el proyecto no es nuevo y que inicialmente surgió como Operativo Guardián por 1996. “En ese entonces fueron los dueños de haciendas ubicadas en las zonas fronterizas quienes invitaban a la cacería de migrantes”.

Franklin Ortiz, coordinador de la Pastoral Social de Cuenca, refirió que se trata de grupos xenofóbicos quienes atentan contra la vida y violan los derechos de los inmigrantes, a quienes se acusa de muertes y desapariciones de indocumentados en la frontera.

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Señaló que en este centro se sigue el caso de búsquedas de 7 azuayos desaparecidos en los últimos años, al que se suman otros 28 pendientes.

“Atrás del muro pasan muchas cosas. Estuve en Phoenix y Nuevo México y todas las rutas están totalmente militarizadas, incluso se dan tiempo para entrenar perros para capturar a los inmigrantes”, relató Lina Cahuasquí, asistente de Comité Andino de Servicios  pro defensa de los derechos humanos de los inmigrantes, quien estuvo a fines de febrero pasado en la frontera.

Se conoce que cerca de 3.000 personas han muerto en la frontera y otros cientos han desaparecido, agregó.

Los inmigrantes son atrapados en los desiertos, el calor en el día y el frío en la noche son intensos, casi sin agua y alimentos muchos son atrapados en malas condiciones y otros mientras  cruzan el río Grande, agregó Cahuasquí.

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