La organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) aseguró este jueves que los bosques y selvas del mundo son una fuente de desarrollo económico fundamental e instó a una explotación sostenible y justa de los recursos forestales.
 
En su informe bianual sobre la situación de los bosques en el mundo, la organización de la ONU destaca que una gestión racional y sostenible de las zonas forestales es una "condición decisiva" para el desarrollo de los mismos y de las comunidades que habitan en ellas.
 
Una ordenación sostenible de los bosques "contribuiría decisivamente a cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio", asegura, que pasan por garantizar la sostenibilidad ambiental y la reducción de la pobreza a la mitad para el año 2015.
 
El estudio reconoce que en los últimos años ha aumentado considerablemente el reconocimiento del valor de los bosques en todos los aspectos -económicos, sociales, culturales y ambientales- pero advierte de que todavía hay una escasa inversión en el sector.
 
En el año 2000, la producción de bienes ligados a los recursos forestales representaban cerca del 1,2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, indica la FAO.
 
Por zonas, Sudamérica es la que lidera el nivel de producción (2,1% del PIB), seguida de Africa (1,5%), América Central y del Norte (1,3%) y Oceanía (1,3%).
 
No obstante, estos porcentajes son muy bajos, según la agencia de la ONU, si se tiene en cuenta la gran extensión de los bosques y selvas existentes en las regiones, sobre todo "porque no se ha logrado crear un sector eficaz de la elaboración de la madera", indica.
 
Es fundamental que los recursos sean gestionados de forma sostenible y se garanticen los derechos de las comunidades locales y su participación en los beneficios, insiste el informe de la FAO.
 
El mero hecho de poner una etiqueta con el precio a los árboles no significa una ordenación forestal sostenible, añade: "Muchos beneficios de los bosques van más allá de las estimaciones de los ingresos nacionales y los mercados más inmediatos".
 
La FAO destaca también el potencial que, por ejemplo, ofrece el cada vez más de moda ecoturismo, que en países como Kenia representa el 80 por ciento de los visitantes de la industria turística, que genera un tercio de los ingresos nacionales en divisas.
 
Otro caso es EEUU, donde más de 275 millones de personas visitan los distintos parques nacionales cada año, lo que genera beneficios económicos directos e indirectos para las comunidades locales por más de 14.000 millones de dólares al año y representa 300.000 puestos de trabajo.
 
El organismo reconoce sin embargo que con frecuencia el turismo de masas puede causar efectos devastadores en los espacios naturales, por lo que insta a adoptar medidas para evitar que esta actividad destruya el medioambiente.
 
El informe analiza además los beneficios económicos de la silvicultura, las políticas y medidas arancelarias que influyen en el comercio de los productos forestales y el papel de los bosques en los conflictos.
 
Este último aspecto, que el informe de la FAO aborda en esta edición por primera vez, pone de relieve cómo los recursos forestales pueden ser fuente de conflicto y su gestión adecuada un modo crucial para reducir la violencia.
 
"Irónicamente, las guerras tienen en general un impacto positivo para los bosques y selvas, mientras son terribles para los habitantes", dijo David Kaiwowitz, director general del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) y autor de esta parte del estudio.
 
"El periodo posguerra, en el que están entrando muchos países en este momento, es generalmente muy arriesgado para los recursos forestales", explicó Kaiwowitz, dado que es tras el conflicto cuándo se inicia la explotación de los recursos, en muchos casos descontrolada.