La tecnología, que inicialmente tuvo un uso bélico, permite ubicar  cardúmenes y evitar extravíos.

Para los pescadores artesanales del país, la suerte deja lentamente de marcar el éxito de sus jornadas de trabajo.

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Con el uso de la ecosonda (variante del sónar) y el receptor GPS portátil (sistema de posicionamiento global), pueden ahora identificar los sitios en donde se ubican los cardúmenes, observarlos y lograr, así, una pesca segura.

El 15% de los pescadores artesanales posee ya un GPS entre sus herramientas de trabajo mientras el 5% maneja la ecosonda, estima Augusto Jouvin, gerente de Skytec, distribuidor para Ecuador de la marca Garmin, una de las que se comercializan en el país.

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Fue en Manta, Santa Rosa y La Libertad en donde los pescadores empezaron a utilizar estos equipos durante el año pasado. Se los ponía en funcionamiento para la pesca de altura (unas 200 millas mar adentro), cuenta Gerardo Cruz, ingeniero en procesos de producción.

En Santa Rosa, el pescador Sebastián Cedeño asegura que con la ayuda del GPS portátil puede llegar fácilmente a los sitios de aglomeración de peces. En esta población, unos 20 pescadores poseen ahora esta tecnología, conocen sus funciones básicas y, conscientes de su utilidad y precio, prefieren guardarla en sus viviendas para evitar robos.

Además de una buena pesca, el GPS elimina el riesgo de extravíos en alta mar mientras que la detección de la ruta más corta entre dos sitios representa ahorro de combustible y tiempo para los pescadores. El equipo indica, también, el tiempo de llegada a un lugar específico según la velocidad de viaje de la embarcación, explica Jouvin.

En cambio, la ecosonda permite observar a los peces “sin necesidad de sumergirnos en el mar”, comenta José Montaño, pescador. Se trata de un equipo portátil que puede instalarse, incluso, en botes de fibra de vidrio de 8 metros de longitud, dice Cedeño.

Aunque los precios de estos equipos se han reducido en 25% desde el 2003, aún son  altos por los impuestos que deben pagar: 20% por importación, 0,5% por tasa de modernización y 12% de Impuesto al Valor Agregado, explica Jean Pierre Nielsen, administrador de Artipesca S.A., almacén que vende estos artículos.

La competencia entre los distribuidores de esta tecnología es reducida en el país.
Productos de las marcas Brunton, Simrad, Hummingbird, Trimble, Magellan, entre otras, son importadas por varios distribuidores que no ofrecen el soporte y la asesoría adecuada, afirma Jouvin.

El uso de estos sistemas electrónicos tuvo, inicialmente, un fin bélico. Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), los británicos desarrollaron el primer sistema de detección y navegación basado en sonido (sónar) para detectar submarinos enemigos a cierta distancia.

En 1927, el sónar se convirtió en una herramienta de guerra marítima imprescindible para las tropas estadounidenses y británicas.

De forma similar se desarrolló el GPS, en 1993, luego que la Fuerza Aérea estadounidense culminara el lanzamiento de 24 satélites a la órbita terrestre para este sistema. Este GPS mostraba instantáneamente las coordenadas geográficas de sitios específicos desde cualquier lugar del mundo con una precisión de 10 metros.

El avance tecnológico y la creación de componentes  más precisos han permitido reducir el tamaño de los equipos y ampliar su uso. El GPS permite, por ejemplo, la ubicación de vehículos.