Se recuerdan en esta fecha 160 años de la jornada revolucionaria de la que Guayaquil fue líder en las primeras décadas de vida republicana, dirigida a expulsar del poder al general venezolano Juan José Flores, quien en el mando del país mantenía una acción económica que amenazaba con el debilitamiento del Estado.
Gracias a la triunfal jornada del 6 de marzo de 1845 fueron restituidas las libertades ciudadanas y desapareció el militarismo extranjero que, argumentando siempre su aporte en las guerras que nos liberaron de España, exigía honores y prebendas.
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Errores políticos de Flores y el argumento de una actitud contra del desarrollo de la Costa fueron causas que determinaron la preparación del movimiento nacionalista y antimilitarista que coronó su triunfo en marzo de 1845.
Entre los personajes en la lucha antimilitarista y antifloreanista constan Vicente Ramón Roca, Gabriel García Moreno, Pedro Moncayo, Vicente Rocafuerte, José María Urbina, José Joaquín de Olmedo, entre otros.
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Otro factor que avivó la lucha contra el mandatario fue la Carta Magna o Constitución que los escritores, periodistas, políticos y pueblo en general censuraron la Carta de la Esclavitud. Por ello todos los planes se aceleraron y el 5 de marzo de 1845 ya hubo enfrentamientos en Guayaquil entre los revolucionarios y adictos al gobernante.
El 6 de marzo el pueblo se volcó para respaldar a los dirigentes; el 7, por la presión, el gobernador Manuel Espantoso renunció ante una Junta Popular que demandó la renuncia de Flores.
Triunfante el movimiento, se integró un gobierno provisorio (triunvirato) con José Joaquín de Olmedo, por Quito; Vicente Ramón Roca, por Guayaquil; y Diego Noboa, por Cuenca.
Flores, colaboradores políticos, allegados militares y simpatizantes pretendieron sofocar la revolución, mas su intento fracasó porque la revolución ganó adeptos en todo el país y logró expulsar el militarismo y propiciar la llegada del civilismo.
Tras los sangrientos combates de la hacienda La Elvira, en Los Ríos, adonde el gobernante se atrincheró con tropas leales, el 17 y 18 de junio de 1845 se suscribieron los documentos del Convenio de La Virginia por los cuales Flores reconoció su derrota y se alejó del mando. Se estableció entonces la Etapa Marcista dentro de nuestra vida republicana.