La combativa presidenta del Partido Comunista, Gladys Marín, perdió la batalla contra el cáncer que invadió su cerebro y murió el domingo, informó su colectividad.
La dirigente comunista hacía varias semanas ya no podía hablar y entró en una larga fase de agonía, que la mantuvo inconsciente la mayor parte del tiempo.
Se informó que sus restos serán velados en el edificio en que funcionó el Congreso Nacional, del cual fue diputada en tres ocasiones, hasta 1973.
El presidente Ricardo Lagos decretó un duelo oficial de dos días, informó el ministro del Interior, José Miguel Insulza, mientras centenares de personas acudían al edificio del ex Congreso para despedir a la líder política.
Marín, de 63 años, quiso morir en su casa y no ser mantenida artificialmente con vida en un centro médico. Solo estaba apoyada con oxígeno y medicamentos elaborados por especialistas cubanos.
Pocas horas después de entrar en un estado de coma, ha fallecido (a la una de la madrugada) nuestra muy querida compañera Gladys Marín, presidenta de nuestro partido, señaló una declaración leída por Guillermo Teillier, secretario general del Partido Comunista (PC).
Perdemos a una gran persona, a una líder política, a una mujer que luchó denodadamente por la justicia, por la paz y contra la impunidad, dijo el Vicario de la Pastoral Social, monseñor Sergio Baeza.
Los restos de Marín fueron trasladados hasta el ex Congreso en un vehículo escoltado por unos 30 automóviles que eran custodiados por policías, que también facilitaron el tránsito por disposición de Lagos.
La urna, saludada a su paso por decenas de personas, fue instalada en el salón plenario del que fuera el recinto legislativo, que exhibía un gran retrato de la líder comunista.
Marín permanecía en su domicilio desde diciembre, cuando retornó de Cuba, donde fue tratada varios meses de su cáncer, del tipo glioblastoma multiforme, uno de los más agresivos y mortales, según los médicos.
El tumor de Marín fue diagnosticado a fines de septiembre del 2003, fue operada en octubre en Estocolmo, Suecia, y luego viajó a Cuba.
Marín era viuda. Su esposo, el ingeniero Jorge Muñoz, fue detenido en 1976 junto al resto de la cúpula clandestina del PC por agentes de la dictadura del general Augusto Pinochet. Figura en la lista de unos 1.200 detenidos-desaparecidos bajo el régimen militar.
Ella ingresó al PC cuando tenía 16 años, y a los 24 años fue elegida diputada, cargo que tenía al momento del golpe liderado por Pinochet, en septiembre de 1973.
El PC la obligó a salir al exilio en 1974, pero volvió dos años después y se unió a la lucha clandestina contra el régimen militar. Es considerada uno de los símbolos del combate a Pinochet.
Fue candidata al senado en 1997, y en 1999 fue candidata a la presidencia, en las elecciones ganadas por Lagos.
Con el retorno de la democracia en 1990, ella prosiguió sus luchas, ahora contra los gobiernos civiles, a los que acusó de olvidarse de los trabajadores porque escogieron mantener el modelo económico neoliberal instalado por el régimen militar.
Nunca dejó de perseguir a Pinochet, y presentó la primera querella criminal en su contra, en 1998, la que el 2001 derivó en el primer juicio en Chile al ex dictador. En agosto del 2004 lo acusó mediante otra querella de ordenar la remoción de restos de detenidos-desaparecidos.