Carlos, el príncipe de Gales, y su futura esposa Camilla  Parker Bowles pasarán su luna de miel en una histórica estancia que posee la  familia real en Balmoral, en el centro de Escocia, informaron ayer fuentes oficiales.

Birkhall, propiedad de Carlos, es un edificio blanco grandioso, que aunque oficialmente es refugio de caza, en realidad es una casa de campo.
 
La casa fue construida en 1715 y luego comprada en 1849 por la reina Victoria y el príncipe Alberto para uno de sus hijos.
 
Tradicionalmente, pasa al heredero del trono británico cuando se casa. La  reina Isabel II la heredó de su padre, el rey Jorge VI, y pasó parte de su luna de miel en ella.

La casa también está llena de recuerdos para Carlos. Allí se refugió durante la turbulenta separación con la princesa Diana.

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Carlos ha pasado en los últimos años algunas temporadas con Parker Bowles.

Según las fuentes reales, partes de la casa siguen igual que en la época de la  reina Victoria.

“Los viejos cuartos de baño, por ejemplo, tienen bañeras profundas con  grifos cromados y un trío de lavabos originales situados en línea con palabras  escritas en estilo gótico que dicen: dientes, manos y cara”, informó una  portavoz de la Casa real en 2002.