Muchas solicitudes de inmigrantes fueron rechazadas en el primer día por falta del empadronamiento.

Cerca de 1.500 personas presentaron los papeles para acogerse al proceso de regularización de inmigrantes en España iniciado ayer, la mayoría de ellos latinoamericanos, según estimaciones del director de Emigración del Ministerio español de Trabajo, Jesús Ramón Copa.

Mientras, miles de indocumentados acudieron a los 742 puntos de información para averiguar  los requisitos.

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En el primer día del proceso de tres meses, ya se registraron solicitudes rechazadas, en la mayoría de los casos por la falta del registro de empadronamiento. En el Centro de Atención de la Seguridad Social Nº 6, en Madrid, se negaron 50 solicitudes.

LO QUE SE VIENE
EN EL PROCESO
Una vez recibida la documentación  las Oficinas y Unidades de Extranjería de las Delegaciones y Subdelegaciones  del Gobierno se encargarán de comprobar que el solicitante no tiene antecedentes penales.

Si la solicitud es admitida el empresario recibirá una autorización de trabajo "provisional" para, en el plazo de un mes, dar de alta al extranjero en la Seguridad Social. Cumplido este último requisito, se enviará al empresario el permiso de residencia y trabajo -de un año de duración- del inmigrante. Este, finalmente, tendrá un plazo de 30 días para conseguir su Tarjeta de Identidad.

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Llovía fuerte ayer en Madrid. Tal vez por ese motivo la avalancha de empleadores que se esperaba en los Centros de Atención de la Seguridad Social, CAISS, permanecieron vacíos. O quizás la advertencia de la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, de “no atiborrar los primeros días las entidades que recogerían las solicitudes” fue seguida al pie de la letra.

“Teníamos previsto atender durante 20 minutos a cada persona. Ese era el tiempo que nos tomaría revisar cada uno de los requisitos. Pero está faltando la documentación de los interesados y hemos rechazado a alrededor de 50 solicitudes”, dijo la directora del CAISS 6, Elena Lazagabaster.

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El Centro de Atención e Información de la Seguridad Social de San Blas, solo había recibido 4 solicitudes de regularización hasta ayer a las 18h00 locales. No hubo tumultos, ni filas. La mayoría de personas solo llegó a pedir información.

Quince empleadores no pudieron ingresar las solicitudes de sus empleados porque no tenían el certificado de empadronamiento, sino un documento que decía ‘volante’ emitido por el ayuntamiento.

“Nos están fastidiando. Cumplimos con todos los papeles, venimos a entregar las solicitudes, nos damos el tiempo para hacerlo, llegamos y nos dicen que este volante no es válido”, dijo Manuel Jiménez, empresario que se disponía a regularizar a la manabita Betsy Rosales.

Betsy no quería hablar. Durante la hora que esperó a su jefe en una vacía sala de espera revisaba una y otra vez su carpeta con sus documentos. Copia del pasaporte con todas las hojas, inclusive las que estaban blanco, los sellos de su certificado de antecedentes penales  y el contrato que su jefe debía firmar.

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“A mí me denegaron dos veces en los tres años que vivo en Madrid. Ojalá que ahora no tenga problemas y pueda sacar mi permiso”, expresó Diana del Pilar Velasco, de Guayaquil, otra inmigrante que esperaba ingresar ayer sus papeles. 

Intento fallido porque a ella también le negaron la solicitud por no tener el papel que diga “certificado de empadronamiento”.

Aún persiste la incertidumbre entre los ecuatorianos que esperan regularizarse en este proceso. Muchos tienen que investigar por sus empleadores todos los requisitos que ellos necesitan. “Debo averiguar en la Seguridad Social el número que le asignarán a mi jefa para que me dé alta. Eso me falta”, comentaba Rossi Peña, de Quito.

Elizabeth Tipán pidió los formularios para su esposo. “Yo no estoy trabajando.
Espero que mi marido entre en el proceso para acogerme yo y mis dos hijos”, afirmó.

El empleador venezolano Guillermo Fragachán también se llevó la sorpresa de no poder inscribir a Pamela Briones, de Portoviejo, porque solo tenía el ‘volante’ de empadronamiento y no el certificado.
“Nos interesa regularizarla y que esté contenta. Ella cuida a mis gemelas”, expresó.