Cuba puso en vigor ayer una resolución que prohíbe fumar en lugares públicos cerrados, en un país donde se fabrican a mano los aromáticos y codiciados habanos.

En la isla se ha hecho caso omiso a las restricciones impulsadas por el Gobierno comunista, cuyo presidente Fidel Castro dejó de fumar en 1986 para desalentar el hábito, arraigado entre los cubanos.

Publicidad

Esta disposición comenzó a regir a dos semanas de la apertura de un festival dedicado al habano, cita anual en la que se reúnen amantes de los puros cubanos de todo el mundo.

“El humo sigue corriendo como la pólvora”, dijo Miguel, ferviente fumador de los afamados puros de gran tamaño en Cuba.

Publicidad

Miguel estaba en una cafetería de un céntrico hospital en La Habana, sitio en el que las autoridades prohibieron la venta de cigarros.

La resolución, aparecida en la Gaceta Oficial de Cuba, añade que no se podrán vender cigarros a menos de 100 metros de las escuelas y eliminará las pocas máquinas expendedoras existentes en la isla.

La restricción intenta proteger la salud de la población y “respetar el derecho del no fumador a respirar un aire limpio en los restaurantes, escuelas, oficinas con aire acondicionado, cafeterías con comida, centros nocturnos y otros lugares”, según la Gaceta.

Esta restricción se hace extensiva a los conductores y pasajeros de ómnibus, taxis, trenes y en instalaciones deportivas.

“Desde hoy queda terminantemente prohibido fumar en el aeropuerto internacional”, dijo una funcionaria, y en los vuelos de la línea Cubana de Aviación estarán disponibles áreas para fumadores y para no fumadores.

En el hotel Nacional ya no se podía fumar, lo mismo en los restaurantes El Conejito y Rancho Luna, de esta ciudad.

El gobierno ha dicho que el tabaquismo provoca el 30% de los fallecimientos por cáncer en Cuba, segunda causa de muerte y más del 75% de los fumadores tiene hábito de fumar antes de los 20 años.

Investigaciones médicas indican que entre el 33 y el 38% de los cubanos mayores de 16 años fuman y uno de cada 10 empezó a fumar antes de cumplir los 12 años.

“Vamos a separar los salones de fumadores y no fumadores, pero si un cliente, por ejemplo, europeo se molesta, no nos queda más remedio que cerrarle la cuenta”, indicó Alberto, gerente del restaurante El Conejito.