El Asesino de la Baraja, como se conoce al ex militar español Alfredo Galán, presunto autor del asesinato de seis personas y del intento de matar a otras tres –entre ellas una pareja ecuatoriana– en el 2003, rehusó declarar en el primer día del juicio contra él, que comenzó ayer en la Audiencia Provincial de Madrid.

Galán, que en julio de 2003 confesó ser el autor de los crímenes y luego se retractó, se mantuvo en silencio y con la asistencia de un abogado.

El acusado afronta una pena de 151 años y dos meses de cárcel por seis crímenes consumados y tres en grado de tentativa.

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Los asesinatos fueron cometidos entre el 24 de enero y el 18 de marzo del 2003 en Madrid y sus alrededores, y en cuatro de ellos el presunto criminal dejó junto a las víctimas un naipe de la baraja española.

Galán, de 28 años, un cabo 1º expulsado del Ejército, que estuvo destinado en misión de paz en Bosnia y que fue buscado durante semanas por más de 150 policías, se entregó el 3 de julio del 2003 en Puertollano, Ciudad Real, y confesó ser el autor de la serie de crímenes que conmocionó a la sociedad española. En ese entonces dijo que lo hizo para “experimentar la sensación de quitar la vida a un ser humano”.