El tango, los boleros y la música latinoamericana cobraron vida el pasado jueves en el espectáculo que ofrecieron en Expoplaza el director y productor argentino Mariano Mores, con sus músicos y bailarines; la intérprete peruana Tania Libertad y el cantautor mexicano Armando Manzanero.
La presentación estaba programada para las 20h00, pero empezó casi dos horas después. En principio, el público se mostró ansioso y lo demostró con reiterados aplausos. Luego, el ir y venir de espectadores que manifestaban su malestar por encontrar ocupada la mesa que les correspondía, se mezcló con el comentario coincidente de ¿quién actuará primero?
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Las luces se apagaron y Viviana Arosemena despejó la incógnita al anunciar al maestro Mores. Impecablemente vestido, él se sentó frente al piano y con sus composiciones transformó el ambiente. El tango cobró vida y el virtuoso argentino lo perennizó con sus ejecuciones en el teclado, su dirección musical y el baile sensual de cuatro parejas de tangueros.
Estas aparecieron varias veces. Unas solas y otras en grupo. Y con sus cuerpos y sentidos dieron cátedra de cómo marcar ese compás de cuatro por cuatro que Carlos Gardel popularizó y que compositores y músicos como Mores pasean por el mundo.
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Pese a las fallas de sonido, la gente vibró con cada tonada y la destreza y hasta acrobacias de los bailarines. El escenario tenía un brillo especial, que no provino de las luces multicolores, sino de los trajes de los danzarines y de canciones como Cuartito azul, Grisel, Garufa, Cafetín de Buenos Aires y Ok míster tango.
La participación de Mores se complementó a ratos con imágenes de otroras épocas, proyectadas en dos pantallas cercanas a la tarima. En una de las contadas veces que el músico habló con el público, expresó su emoción por hacer realidad el sueño de acompañar en el piano a Gardel, que apareció en imágenes interpretando Volver. También presentó a su nieto Gabriel y reveló que con él son tres las generaciones de los Mores en el escenario.
El argentino, sus bailarines y músicos concluyeron su show y la gente los despidió de pie. Las luces se apagaron y se encendieron con la peruana Tania Libertad.
Ella apareció vestida con un traje largo en color verde aturquesado e inició su intervención a “ritmo de negro”. Le siguieron Procuro olvidarte, Sombras, Por debajo de la mesa y Gracias a la vida. Por pedido del público cantó de improviso Flor de Azalea. Luego, Voy a apagar la luz.
Sin micrófono y casi a capella hizo suya Alfonsina y el mar y la audiencia la ovacionó. Los aplausos aumentaron con los acordes de Fina estampa y Ven y se intensificaron cuando Armando Manzanero se le unió para cantar Mi amor por ti.
La gente estaba eufórica y el mexicano cantó en solitario Esta tarde vi llover, Huele a peligro y No. Fue de un lado al otro del escenario y sorpresivamente apareció con Sofía Orozco, una joven intérprete que probablemente es mexicana e integra su equipo de músicos. Manzanero no dijo quién era, pero hizo dúo con ella en Nada personal.
Era casi las 01h15 y Manzanero se mostró imparable. Tania Libertad reapareció y juntos compartieron otra media hora de música. Unas eran de la autoría del mexicano y otras, como Corazón partío, A puro dolor, La vida es un carnaval, Madrigal, de compositores varios. Los artistas se despidieron, pero el público pidió más. Ellos fueron complacientes y regresaron por dos ocasiones.