Periodistas, nativos, soldados, dueños de negocios tuvieron su propio combate durante el conflicto del Cenepa. Recogemos sus vivencias.

Nativo ayudó a cargar a caídos en emboscada
El miércoles 22 de febrero de 1995 fue uno de los más difíciles de la guerra del Cenepa, con el Perú. Aprovechando el anuncio de un cese al fuego, y a traición, las fuerzas peruanas realizaron un ataque masivo a posiciones ecuatorianas. Ese día murieron catorce soldados ecuatorianos y por eso se lo denominó como miércoles negro.

José Ayui, indígena shuar que ahora tiene 40 años, estaba en El Maizal, el sitio de la mayor masacre. “Comenzó una fuerte balacera y habían explosiones. Cayeron muertos bastantes soldados y nosotros, unos 20 reservistas nativos, cogimos las armas y entramos a combatir”, detalla José.

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Luego de los combates él y sus compañeros cargaron a los muertos hacia el helipuerto.

El personaje recuerda que sufrían por falta de abastecimientos. “Cargábamos la comida para los soldados pero a nosotros no nos daban nada. Tuvimos que reclamar”, explica.

Ayui y sus compañeros recibieron 600 mil sucres por su apoyo. Mejoró su casa y hoy vive de la agricultura.