La intensa ola de frío polar que afecta el Hemisferio Norte y que ha cobrado más de medio centenar de vidas, sigue generando interrupciones en el transporte, comunicaciones y otros servicios.

El frío afecta principalmente a Europa y EE.UU., pero ha alcanzado incluso zonas no habituadas a las bajas temperaturas, como la costa mediterránea de África.

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En Argelia, 24 personas han muerto y otras 120 resultaron heridas, la mayoría en accidentes de tráfico, a causa de la ola glacial que azota el norte de Argelia desde el jueves pasado.

En EE.UU., la intensa ola de frío –que ha causado más de una veintena de muertos– no solo ha afectado al norte del país, sino incluso a la tradicionalmente cálida Florida, que esta semana registró temperaturas bajo cero.

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Ayer, cientos de miles de viviendas y negocios permanecían a oscuras en los estados de Georgia, Carolina del Norte y Carolina del Sur, por una tormenta de hielo que derrumbó tendidos eléctricos.

Además, tres personas murieron en  accidentes de tránsito y el aeropuerto de Atlanta estuvo parcialmente cerrado, por la tormenta, que derramó aguanieve y lluvia helada en el sudeste de Estados Unidos el sábado.

En Europa, más de veinte muertos se han registrado debido a accidentes de tránsito y avalanchas. También han fallecido personas sin hogar.

En España se registra el peor temporal de frío de los últimos 20 años, que ha causado la muerte de tres personas, sin contar las víctimas del tráfico.

Las temperaturas son extremas en numerosas ciudades, como los 17,1 grados bajo cero en Molina de Aragón (Guadalajara), o 2 grados en Ceuta, la más baja en medio siglo.

Las heladas de los últimos días han arrasado el 90% de la producción  de hortalizas de invierno del arco mediterráneo, desde Barcelona hasta Granada, y causado daños “de dimensiones históricas”.

Sin embargo los aeropuertos españoles operan con normalidad.

También Sudamérica está afectada por el mal tiempo. Ayer, al menos cinco personas murieron en Sao Paulo, Brasil, por crecidas de los ríos provocadas por las fuertes lluvias que han caído en los últimos tres días en todo el sureste brasileño.