Bebo Valdés y Diego El Cigala presentaron ayer su exitoso álbum Lágrimas negras, convertido en uno de los fenómenos más peculiares del reciente panorama musical español, en la mítica sala parisina Olympia.

Fue el director de cine Fernando Trueba quien tuvo la idea de reunir a Bebo Valdés, pianista cubano de 85 años, y a El Cigala, cantante español de 35, para grabar un disco de “clásicos de toda la vida” y recrear canciones como Lágrimas negras, Corazón loco, Se me olvidó que te olvidé o La bien pagá.

Casi dos años después, Lágrimas negras continúa en el listado de los éxitos musicales en el ámbito internacional, con casi 700.000 ejemplares vendidos en todo el mundo, 300.000 de ellos en España.

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Sus galardones han sido numerosos, entre ellos un Grammy Latino, tres Premios de la Música, cinco Amigo, un Ondas y la designación como Mejor disco del año por el periódico The New York Times.  “Nunca había escuchado esa música, yo siempre había cantado con guitarra, nunca con piano. No conocía la música cubana”, mencionó El Cigala, quien sostiene que con Valdés ha dado con su tecla y la horma de su zapato.