El grupo farmacéutico estadounidense Eli Lilly, fabricante de Prozac, lanzó ayer una campaña de explicación luego de las recientes acusaciones que lanzó contra su antidepresivo  el British Medical Journal (BMJ).

En una carta abierta publicada por los principales diarios estadounidenses, Eli Lilly da explicaciones para responder al BMJ, que publicó a fines del 2004 documentos  confidenciales del fabricante de Prozac que parecen establecer una correlación entre el antidepresivo y actos violentos o suicidas.

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Los documentos sugieren que Lilly estaba al tanto desde 1980 de “efectos preocupantes” del Prozac (fluoxetina) y buscó minimizarlos. El laboratorio ya había rechazado acusaciones de este tipo contra su “píldora de la felicidad” a fines de diciembre.

“Es simplemente falso sugerir que las informaciones sobre el Prozac omitieron (algunos aspectos) y que los datos clave sobre la calidad y posibles efectos secundarios del medicamento no eran accesibles a los médicos y a los  reguladores”, dijo el presidente Sydney Taurel en esta nueva campaña.

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"Confiamos en que sabemos más sobre Prozac después de dos décadas de estudios, que sobre cualquier otro medicamento...", subrayó.