Ministro de Defensa admitió ayer que hubo recompensa por información sobre el Canciller.

El Gobierno de Colombia admitió ayer que  pagó una recompensa por la captura en Caracas y el traslado hasta la frontera  del rebelde de las FARC, Rodrigo Granda, alias el Canciller, lo que aviva la tormenta diplomática  entre ambos países.

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“Sí, se pagó por información que permitió que el señor Granda entrara a  territorio colombiano a estar en manos de la Policía colombiana”, indicó a  medios locales el ministro de Defensa, Jorge Alberto Uribe, tras aclarar que “no se ha promovido en las fuerzas públicas de otros países la búsqueda de  estas personas en forma irregular”.

El funcionario reveló que las autoridades de su país recibieron en  diciembre información sobre la presencia de Granda en Venezuela, por parte de  “personas que no son identificables por nosotros, ofreciendo hacer entrega o  dar información que permitiera la captura de este personaje”.

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Uribe dijo que confía en que tras la revelación, Venezuela tenga la certeza  de que su soberanía no fue violada.

El ex ministro colombiano Juan Manuel Santos –férreo crítico  de Chávez– dijo que el reconocimiento del pago de recompensas “arroja más  problemas para Venezuela que para Colombia”.

“Con esta confesión no queda duda de que Colombia no intervino en la forma  como este señor llegó a Cúcuta. En cambio, Chávez tendrá que explicar qué hacía  el señor Granda allá, por qué le dio cédula y por qué su entonces ministro del  Interior intervino para que la esposa y su hija ingresaran a Venezuela”, dijo.

“Si de verdad Venezuela está absolutamente convencida de que Granda fue  secuestrado en Caracas, debería poner el asunto en discusión en la OEA, pero  podría ir por lana y salir trasquilado porque allí se discutirían a fondo las  relaciones entre Chávez y las FARC”, señaló en cambio el congresista  Jimmy Chamorro.

En Caracas, el diputado Luis Tascón, del Movimiento V República,  aseguró a la radio Caracol de Bogotá, que detrás del hecho “hay un claro  propósito de la ultraderecha en Colombia de perturbar las relaciones con  Venezuela”, aunque dijo “dudo que el presidente Uribe supiera que iba a violar  la soberanía de Venezuela”.

Paralelamente, el ministro venezolano de Defensa, general Jorge Luis García, corrigió una versión que proporcionó ayer sobre una investigación penal contra un teniente, un coronel y un mayor venezolanos que vinculó con la captura de Granda, y aclaró que estaban involucrados por “otras cuestiones”.