A pocos días del aniversario de la liberación del campode exterminio de Auschwitz, la fotografía del príncipe Enrique luciendo la insignia del ejército nazi ha provocado una oleada de indignación en Gran  Bretaña, sumiendo a la familia real en un nuevo escándalo.
 
La disculpa pronunciada el miércoles por la noche por el hijo del príncipe Carlos de Inglaterra y de la difunta princesa Diana no apaciguó la tempestad provocada por la instantánea, tomada en un baile de disfraces, en la que Enrique viste un uniforme caqui y luce un brazalete con el emblema nazi.
 
"Harry el Nazi", "Joven Hitler", tituló el jueves The Sun, el más popular tabloide británico, que publicó en primera plana la fotografía de Enrique, tercero en el orden de sucesión de la corona británica, con una cerveza en una mano y un cigarrillo en la otra, y vestido de nazi.
 
El Sun precisó que Enrique vistió el uniforme caqui utilizado por el odiado  destacamento alemán en Africa, liderado por Rommmel, con el emblema del  Wehrmacht en el cuello y en el brazo izquierdo un brazalete rojo con la  insignia nazi.
 
La instantánea de Enrique, de 20 años, fue tomada el fin de semana pasado,  en una fiesta de disfraces, en la que su hermano Guillermo, de 22, lució un  inofensivo "disfraz de león y leopardo", fabricado por él mismo, indicó el  tabloide.
 
"Lo siento mucho si he podido ofender o molestar a alguien. La elección de  mi disfraz fue pésima y pido perdón", declaró Enrique en un comunicado  divulgado por la casa real, en un intento de limitar los daños de este nuevo  error garrafal del joven príncipe.
 
Aunque la decisión de Enrique de disfrazarse de nazi ha sido vista por una  parte de la opinión pública británica tan sólo como una estupidez, que atribuye  a su juventud, grupos que luchan contra el fascismo y la discriminación la han  condenado tajantemente.
 
"Es un acto vergonzoso, que demuestra una total falta de sensibilidad"  hacia las víctimas del Holocausto y hacia los soldados aliados "que dieron sus  vidas para derrotar el nazismo", declaró el jueves el centro Simon Weisenthal,  una de las organizaciones judías más importantes del mundo.
 
La imagen de Enrique vestido de nazi ha sorprendido particularmente en  momentos en que el mundo se prepara para recordar el Holocausto, que es  conmemorado el 27 de enero, fecha de la liberación por las tropas soviéticas,  en 1945, del campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia, donde perecieron un  millón de judíos.
 
El fundador del centro Weisenthal, el rabino Marvin Hier, opinó que Enrique  debe ir a Auschwitz para las conmemoraciones. "Allí verá los resultados de ese  emblema odiado que tan estúpidamente escogió lucir", agregó.
 
Asimismo, líderes políticos británicos han denunciado el error del  príncipe.
 
El dirigente del opositor partido conservador, Michael Howard, afirmó el  jueves que Enrique debe disculparse en persona. "Debe decirnos lo arrepentido  que está", afirmó el líder tory .
 
Lo mismo opinó el ex responsable de prensa de la casa real, Dickie Arbiter,  que instó al príncipe a pedir disculpas públicas en la radio o televisión.
 
"No debe comportarse así. Todos conocemos la historia, y a los 20 años, no  hay excusa" posible, dijo.
 
Por su parte, el portavoz del primer ministro, Tony Blair, reconoció que  "está claro que fue un error".
 
"Eso ha sido reconocido por Enrique. Pero creo que es mejor que este asunto  sea tratado por el Palacio", dijo el vocero.
 
Hasta ahora, no ha habido comentarios de la reina Isabel II, abuela de  Enrique, que encabezará dentro de dos semanas las conmemoraciones nacionales en  memoria del Holocausto, y recibirá a supervivientes.
 
Al mismo tiempo, la soberana era blanco este jueves de reproches en algunos  diarios por haber afirmado que pensaba que París, y no Londres, será la sede de  las Olimpiadas, en el 2012.