Navidad en TC Televisión  es abstenerse de gabardina. Rodolfo Baquerizo, apóstol del dicterio, quiso ser bueno en estas fiestas. Al principio de la semana se impuso mesura y anunció que, por una ocasión y en homenaje al Niño Dios, no entregaría aquel peculiar y vituperante trofeo de su invención, la gabardina de la semana, que es un pretexto para el ejercicio ritual, virulento y desaforado de la agresión verbal.  Algo de reprochable verá Baquerizo en su conducta, cuando la considera inapropiada para estos días. Lo mismo que esos cines porno que, cuando llega la Semana Santa, sustituyen Garganta profunda por El Mártir del Calvario.